viernes, 28 de noviembre de 2008

Nos reincorporamos al Carnaval de Blogs



Este blog participó en las ediciones I y IV del Carnaval de Blogs de EeF. Ahora nos reincorporamos en la VI y espero participar en todas de aquí en adelante.

Aquí tenéis todos los enlaces:


I.- ¿Por qué educamos en familia? Alojado por Yénia en Educando en Familia

II.- ¿A qué jugamos? Alojado por María en Eklectikos

III.- ¿Llevamos el cole a casa? Alojado por Paloma en Paideia en Familia

IV.- Mis tres deseos y algún que otro sueño. Alojado por Anna en Libres Como el Volcán

V.- ¿Qué han significado para ti las redes de apoyo de homeschoolers? Alojado por Azu en Amigos Homeschoolers

VI.- Una invitación a la fotografía cotidiana, o el día a día en una familia homeschooler, que ha titulado De telón de fondo, el Amor. Alojado por Marta en De Cangrejos y Ermitaños

VII.- ¿Qué métodos educativos usamos? Lo alojará Marcela en Lo que hacemos juntos

miércoles, 26 de noviembre de 2008

¡Libertad!


Esto es como estar de vacaciones... pero sin estarlo.

El reloj ha pasado a un segundo plano y ya no guía nuestros días. Que vayan a dar las nueve de la mañana o las tres de la tarde ya no significa nada. No hay que dejar nada a medias para salir corriendo por la puerta para no llegar tarde.

Damián se levanta feliz porque se despierta cuando ha dormido lo suficiente: ni antes, ni después. Como debe ser. Yo sigo utilizando despertador para aprovechar las primeras horas del día y así adelantar el trabajo. Me tomo un café con leche de soja mientras me pongo al día en internet (esto es, mails, foros, reader y mis blogs). Trabajo un rato, leo, preparo la ropa, todo depende de cuánto tarde él en despertarse.

Damián desayuna viendo una película de Hans Christian Andersen. Pongo la lavadora, llamo a Ana para hacerle una consulta profesional y leemos varios cuentos. Uno nunca es suficiente ;)
Nos vestimos, limpiamos el salón y Damián juega solo mientras yo preparo la comida.

A las tres de la tarde comemos y nos vamos a tomar un café con Sandra. A las cinco, la acompañamos a buscar a su hija Rosa al colegio y nos vamos todos juntos al Món Petit, un bar que tiene zona de juegos. Allí estamos dos horas y luego, camino a casa, pasamos por el super. Damián compra espinacas porque quiere tener la fuerza de Popeye.

En casa, un baño rápido, cena y pijama. Vuelvo a internet mientras él ve algunos capítulos de Dartagnan y los Tres Mosqueperros. Hasta se pone sombrero y guantes para ambientarse. ¿Puede un niño de tres años querer algo más? Permitidme que lo dude...


A veces sobreviene el sentimiento de estar perdiendo el tiempo, de no estar haciendo nada "útil" pero, a poco que uno lo piensa, el sentimiento se esfuma.
Releer a Sandra Dodd y a Joyce Fetteroll siempre es un bálsamo para la mente y para el alma.Todo está bien. Esto es la vida. O, como dice Ren, mi libertad reencontrada.

martes, 25 de noviembre de 2008

Desescolarizándonos




A punto de celebrar el primer aniversario del blog, resulta que llevamos, casi sin darnos cuenta, dos semanas fuera del sistema.

Me nutro de las experiencias de las blogueras que empezaron a educar en casa antes que yo y que saben cómo y cuando dar ánimos. También Ana y Natalia, dos madres homeschoolers que viven muy cerca de aquí y que se han prestado a cuidar a Damián los días que no puedo llevarlo conmigo al trabajo. El libro de Tammy se ha convertido en imprescindible, temo que pronto se deslome de tanto uso como le doy. La web y los mails de Sandra son también fuente inagotable de ideas, fundamentos y motivaciones, así como la Radical Unschoolers Network.

En tan sólo dos semanas he tenido cantidad de altibajos. ¿Estaré haciendo bien? ¿Me pedirá volver al cole? ¿Me condenarán mis vecinos al ostracismo? ¿Podré seguir trabajando y rindiendo todo lo que debo rendir para subsistir? Las preguntas son muchas y la respuesta, sólo una: una cálida sensación de estar en el camino correcto disipa mis dudas y mi nerviosismo inicial.

La gente está siendo bastante comprensiva, sobretodo porque hemos tenido problemas con el colegio. Si no hubiera sido por esos problemas, imagino que otro gallo cantaría... El caso es que no hay mal que por bien no venga.. La gente no sólo lo entiende sino que me apoya. Además, todos sabemos que la educación infantil no es obligatoria... Y Damián no pide volver al cole. La directora me preguntó que qué le he dicho, que cómo le he explicado que ya no va. No le he dicho nada porque no ha preguntado nada. Simplemente, he actuado con naturalidad. Nunca le dije: "hoy no vas al cole"; nunca le dije tampoco "ya no vas más". No. Ha sido todo mucho más sencillo. Fluir...

A la directora y a la maestra les dije que me estoy planteando desescolarizar, pero que no quiero precipitarme, que, por tanto, me tomo lo que queda de trimestre para pensarlo y que en enero ya tomaré una decisión y se la comunicaré.

Antes me habían dicho que, si le dejaba faltar al cole cuando no quería ir, estaba permitiendo que el niño tuviera la sartén por el mango; que los niños saben cuando se han hecho con el poder y que, obviamente, lo usan en nuestra contra. Obviamente. Todos sabemos que los niños son malos por naturaleza ¿no?

El caso es que, en tan solo dos semanas, a Damián le ha cambiado el carácter: está más relajado, feliz, más cariñoso incluso, habla más y se muestra más curioso. Hace muchas preguntas, del tipo: "ahora que los árboles se han quedado sin hojas, ¿dónde dormirán los pájaros?" o "¿por qué no siempre te gano a las damas y al dominó?" o "¿por que el cero es ninguno?". También hace planes de cómo será nuestra vida en un futuro próximo: cuando esté terminado mi despacho, con una zona habilitada para él; cuando por fin nos mudemos a la casa de la playa (ha decidido que comprará una cabra, que tendremos huerto, adoptaremos un gato y luego buscaremos un papá y un hermanito. De acuerdo con todo, excepto lo del papá, jajaja).

Ahora somos más familia.
Ahora es más ÉL.
Ahora está SIENDO, por fin.
 
 

jueves, 20 de noviembre de 2008

Una semana sin cole


Hoy cumplimos una semana... de no ir al cole.

Después de algunas inconveniencias con la maestra, a quien considero, directamente, una incompetente, decidí no llevarlo hasta que el colegio ofreciera una solución. El colegio no ha abierto la boca; ni siquiera se han interesado por saber por qué había dejado de ir. Así que imagino que va siendo hora de "oficializar" el tema.

Después de varios meses preocupada por encontrar la forma de organizarme, al final, simplemente, ha pasado. Me he visto con el niño en casa y no me ha tocado otro remedio que organizarme para quedarme con él, sí o sí.

Si salimos a la calle a las horas de entrar o salir de la escuela, me pide ir, pero ojos que no ven...


Ayer, además, retomamos las sesiones de Kumon, que lo teníamos un poco abandonado y era una pena. Seguimos en el nivel 4A, sin errores pero con demasiado tiempo por cuaderno. Sólo es cuestión de práctica.




martes, 18 de noviembre de 2008

La pregunta de la semana en el blog de Albert Esplugas

¿Educarías a tus hijos en casa?

Esta es la pregunta; os invito a participar en la encuesta y a dejar un comentario en el blog de Albert:

http://www.albertesplugas.com/blog/2008/11/educar%C3%ADas-a-tus-hijos-en-casa.html?cid=139612144#comments

viernes, 14 de noviembre de 2008

Juegos varios


Finalmente han llegado las lluvias otoñales, así que estamos más en casa (y menos en el parque y en la escuela) y hemos recuperado algunos juegos que teníamos olvidados. Va siendo hora de preparar también la Caja de los Días de Lluvia...






También hemos comprado un puzzle de 100 piezas que ya se nos está quedando pequeño:

domingo, 9 de noviembre de 2008

Cosas que pasan

Por fin encontré una familia homeschooler en Menorca. Estoy contenta porque esta semana compartiremos una mañana con ellos. Ahora que empieza a haber problemas en la clase de Damián, veo más claro que nunca que la escuela no es la mejor opción para nosotros.

Mientras ayer escuchaba un reportaje de risa en la radio, hoy leo un breve pero acertado reportaje sobre la libertad de educación en el suplemento dominical de El País.

Mientras tanto, en la comunidad virtual hay cambios... la vida que nunca para: Vina ha llegado a casa de María, el bebé de Marcela nunca llegó y Paris se fue. A lo lejos se siente igual que de cerca.
Ya somos amigos.
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