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viernes, 17 de diciembre de 2010

martes, 30 de noviembre de 2010

Beneficios de educar en casa - XXIII edición del carnaval de blogs de homeschooling



Ketty aloja la XXIII edición del carnaval de blogs de homeschooling en Mariposas Multicolores y nos pregunta cuáles son los beneficios de educar en casa.

Si tuviera que hacer la lista con todos los beneficios, probablemente no terminaría hoy, así que voy a resumirlos en una sola palabra: 

LIBERTAD



Libertad de horarios. Poder dormir hasta que el cuerpo te lo pida. Poder ver una película por la mañana. Poder comer tarde. O pronto. Poder estudiar biología a las diez de la noche. Poder salir de excursión el martes o cualquier otro día. Y un largo etcétera.

Libertad para elegir las materias y los recursos. Aprender a leer con los subtítulos de los dibujos animados. Aprender física y química experimentando. Aprender matemáticas yendo a comprar. O no aprender a leer porque todavía no nos interesa y tenemos todo el tiempo del mundo.

Libertad para aprender a nuestro ritmo. Sin tener que dedicar toda la mañana al colegio, toda la tarde a los deberes y todo el fin de semana a preparar exámenes. No tener la presión del boletín de notas ni la amenaza de repetir curso y no sacarse el título que sea y que, dicho sea de paso, poco nos importa.

Libertad para poder decir que no. Que no quiero aprender inglés todavía. Que no quiero hacer fichas ni usar libros de texto. Que no quiero madrugar. Que no quiero acostarme a las 9 de la noche. Que no quiero ir a fútbol sólo porque casi todos mis amigos vayan. Que no quiero ir al cole sólo porque casi todos mis amigos vayan. Que los adultos no siempre tenéis la razón. Que no sé si es bueno ir diciendo a todo el mundo que no voy al cole (ésta es de Axel). Que no.

Libertad para discrepar de mamá en público, porque uno ya tiene su propio criterio y no espera que contesten por él...

Libertad para centrar la educación en lo emocional, lo psicológico, lo físico y lo intelectual, sabiendo que "intelectual" no equivale necesariamente a "académico".

Libertad para aprender cualquier día y a cualquier hora, sin separar el aprendizaje de la vida.

Podría seguir, pero...


lunes, 11 de octubre de 2010

XXII edición del carnaval de blogs de homeschooling: ¿Somos anti-escuela?

La pregunta era si somos anti escuela. Por qué sí o por qué no. Qué es lo que no nos gusta de la escuela, qué es lo que nos gustaría cambiar y cómo habría de ser una escuela para que nos plantearamos llevar a nuestros hijos.






Ketty, desde Mariposas Multicolores, nos dice que ella no es anti-escuela y que, de hecho, es profesora vocacional. Ahora bien, tiene muy muy claro cómo sería su escuela ideal: 

Mi marido y yo no somos totalmente anti-escuela. Estamos mas por una escuela mas sencilla, menos rígida en cuanto a horarios, no con tantas horas, con nuestras convicciones morales. Vamos muchos pensarán que de qué mundo he salido, que la escuela es lo que hay ya ya está. Y es cierto, pero también me considero libre como para decidir si quiero hacer uso de ella o no. 



Alana, de Ona de colors, está convencida de que el cole no es para todos:

No tengo absolutamente nada en contra del cole para esos niños que van encantados, lo disfrutan, aprenden... pero no todos somos iguales, por tanto no todos respondemos igual a un único sistema. Ahí es donde veo el mayor problema, la incapacidad de adaptarse al alumno, a su ritmo, a su forma de aprendizaje. Y también a las etiquetas que colocan a los niños.  


Sylvia, en Con la cabeza en las nubes, plantea una iniciativa muy interesante de la que, a mi modo de ver, deberían tomar ejemplo las escuelas de todos los pueblos donde hay niños homeschoolers:



No tenemos nada en contra de los centros escolares de nuestro pueblo,ni de los centros en general. De hecho somos socios de la asociación de padres y nuestros hijos van a actividades en la escuela. Y participamos en las fiestas abiertas al pueblo etc
Sí que podemos pensar que hay muchas cosas que cambiar en el sistema escolar. Desde mi punto de vista hace falta más respeto de los ritmos de los niños, más conocimiento por parte de los profesionales de las etapas emocionales por las que pasa el niño, menos presión a los maestros que sí se quieren tomar en serio esos ritmos.
Rebeca, en Los hijos de Lilith, se declara abiertamente anti-escuela. Y lo cuenta con mucho arte:

Una vez puse un  pulpo en un garaje para ver qué sucedía. El bicho se mimetizó  con el hormigón del pavimento. Efectivamente, se perdía, como reza el dicho popular, pero no por estar fuera de su entorno, sino porque dejaba de ser visible, se fusionaba con el nuevo medio y sus contornos terminaban difuminados y confusos. Probé con otros pulpos, pero ocurrió lo mismo. Cuando gran parte del garaje estuvo invadido por los tentáculos, pensé qué ocurriría si ponía un ejemplar cocido, ya que la frase “Más perdido que un pulpo en un garaje”, no especificaba en qué estado tenía que encontrarse el animal. 


Andrea, de Educando en la casa, ha decidido participar con varias entradas porque el tema da mucho de si. Ésta es la primera:
 
Soy profesora. Profesora de colegio aunque ya no haga clases en ese contexto. Lo soy por profesión y vocación. Me describo a mi misma como animal de aula.
Mi amiga Tati, compañera de oficina y conocedora de mis desvarios educativos, me escuchó ayer dar la charla a los estudiantes de psicología. Me miró y me dijo en coloquial chileno:
Precht, tenis que puro volver a hacer clases
Creo que esa es una respuesta testimonial. Creo aún en la posibilidad de la escuela. Lo creo desde el útero, desde el corazón y la razón.
Pero no está escuela, no LA escuela, única posibilidad de lo educativo. No la escuela del programa moderno. Como a toda invención humana, y aunque no nos parezca posible, la escuela tiene los días contados.

Zinnia, de Biosfera de familia, tampoco es anti-escuela según su definición de "escuela", aunque hay muchas cosas que no le gustan...

Con Fabián estamos de acuerdo en que la escuela es un espacio de aprendizaje e intercambio de saberes. Desde esa perspectiva, el proceso de educación casera es hacer escuela, y trasciende a muchos espacios, momentos y actores. Por lo tanto no somos anti-escuela. No estamos de acuerdo con la metodología por imposición que es la que generalmente se aplica en las instituciones llamadas "escuela".



María, desde Por el roble, el fresno y el espino, cuenta que ella misma no tuvo una buena experiencia en el colegio:

Según avanzamos en esto de la educación en casa, más difícil me resultaría llevarlo al colegio. Quizás sólo lo haría si la situación familiar lo exigiese o si J lo pidiese. Pero que lo pidiese por un motivo que no fuera el recreo, que parece ser lo único que le interesa por ahora del colegio.

Mi experiencia en el colegio es la que en gran medida me ha llevado a la educación en casa. A mí me parece que el colegio debe enseñar materias académicas principalmente.

Ipe, en Mis hijos mi oro, retrocede hasta su propia infancia para hablarnos de la escuela... de la que no está en contra. Es más, considera que la pregunta misma debería tener ningún sentido. (Pero hemos de reconocer, querida Ipe, que todavía lo tiene, lamentablemente).

Desde mi punto de vista la pregunta no tiene ningún sentido,o no debería tenerlo, por ejemplo yo no uso teléfono celular (móvil) y nadie me ha preguntado si estoy en contra de la invención de dichos aparatos y de su uso.
(...)
Pero sí, muchas personas piensan que al sacar a tus hijos de la escuela (o elegir no llevarlos directamente) te convierte en anti-escuela, y lo viven como un insulto. De hecho, alguna vez nos ha pasado que hemos visto peligrar nuestro trabajo por las susceptibilidades de algún funcionario de Educación. Y sin embargo yo tengo de la escuela los peores y los mejores recuerdos posibles, y estoy muy agradecida de haber ido allí, incluso en la primera experiencia, de la que salí viva de milagro. Todo aquel dolor ha cobrado sentido al permitirme escuchar mejor a los demás, haciendo el esfuerzo de comprender sus emociones.


Marta, en De cangrejos y ermitaños, hace una reflexión según ella "rápida y no muy profunda" (podríamos discrepar) y diferencia su discurso en tanto que representante de ALE de su discurso personal como madre que educa en casa:

Y aunque no puedo decir que desde el punto de vista de representante de la Asociación para la Libre Educación, me guste promover un discurso anti-escuela, y de hecho no lo hago, puedo afirmar que personalmente si lo soy. Lo soy desde que me doy cuenta que la escuela no es una necesidad de los niños, sino de los padres y de la sociedad en general. Lo soy desde que vivo día a día la experiencia “casi religiosa” de convivencia con mis hijos y verles como llegan a absolutamente cualquier cuestión que en la escuela se les programa, ellos solos, y con una emoción e intensidad, porque han sido respetados y se les ha acompañado en ese proceso, sin forzarles, absolutamente pasmosa.


Esther, de Alzar el vuelo, no es anti-escuela, pero...

La escuela en sí no tiene por qué ser mala, pero la escuela tal y como yo la conozco, tiene más contras que pros. Repito, no soy contraria a la escuela si hablo en términos generales, pero si me ciño a lo personal.... ahí cambian las cosas. Cuando ves a un hijo literalmente "apagarse"por culpa del colegio.... ya ves las cosas de otro color. Reconozco que nunca llevé a mi hijo al cole con mucho convencimiento, por eso lo tuve claro cuando me di cuenta de que realmente era un problema. Puedo decir con conocimiento de causa que la escuela mata la creatividad, agota física y mentalmente, merma el interés nato de los niños, les hace enfrentarse con actitudes de racismo, marginación y cómo no, con la ley del más fuerte...  


Mar, desde ORCA: Observar, recordar, crecer, aprender, se declara abiertamente pro-escuela:

Soy Pro-escuela.
Porque si no hubiera escuela, no se podría garantizar el derecho constitucional de los padres a elegir la mejor educación para sus hijos.

Soy Pro-escuela.
Porque hay muchos niños que se lo pasan muy bien en el colegio y pasan allí el mejor tiempo de su vida.

Soy Pro-escuela.
Porque sino, habría muchos analfabetos en el mundo y muchos niños no tendrían acceso a ningún tipo de educación.

Soy Pro-escuela.
Porque muchos profesionales hacen lo imposible para dar una educación a niños marginados y con riesgo de exclusión social.

Tenemos también una colaboración en catalán, de Sabrina en Joguines al menjador. Nos cuenta que ella misma tuvo una experiencia muy positiva en la escuela aunque ahora no lleve a sus hijas:

No se si dir-vos com hauria de ser l’escola per tal que portés les meves filles... em tractareu de boja. De fet, no portaria a les nenes, hi aniríem tots. Seria un poblat,un poblat en el que estiguessin representats quantes més professions i oficis millor (incloent-hi els treballs domèstics); on els adults estiguessin treballant al seu ritme (tranquil) i els nens (de totes les edats) campessin per on volguessin. Un poblat sense joguines ni parcs infantils, amb entorns naturals on poguessin jugar lliurement i sense perills, això si. On a cada lloc de treball, els nens disposessin d’eines a la seva mida i d’un adult amable, carinyós i pacient que respongués les seves preguntes i els ajudes a treballar amb ell si fos el seu desig, sense fer classes magistrals. Evidentment, els pares haurien d’estar en aquest poblat, treballant també, per descomptat i a l’abast dels seus fills en qualsevol moment...

Y Lau, de Enseñar a pescar (o sea, yo, aquí) también se declara anti-escuela:


Podría contar historias de auténtico terror que suceden todos los días en las escuelas. Pero lo peor es saber que a muchas madres se les rompe el corazón cada vez que han de dejar a su hijo llorando en el cole. El niño vuelve contento del cole, así que la madre se autoengaña y se dice a si misma que la profesora tiene razón: que el niño llora para hacerla sentir mal pero que, en cuanto la madre se da la vuelta, se le cambia la cara y  pasa la mañana tan feliz y tan integrado en la clase. Así que la madre piensa -o quiere pensar- que el niño va contento al cole. Pero no hay que confundir el ir con el volver...




*La próxima edición será alojada por Ketty en Mariposas Multicolores.



viernes, 8 de octubre de 2010

¿Somos anti-escuela? - Carnaval de blogs de homeschooling



Lancé la pregunta y me tuve que poner a pensar, porque a veces nos dejamos llevar por los sentimientos y, aunque eso no es malo en si mismo, no es suficiente tampoco.

Antes me gustaba decir que no soy anti-escuela pero, en algún momento en los últimos dos años, empezó a ser una mentira. Así que he dejado de decirlo.

Dicen que me he radicalizado; lo dicen, a veces, con un tono que roza el insulto, pero no insulta ni ofende quien quiere sino quien puede, y yo no me dejo. Creo, como mi querida Malvina, que en determinados asuntos no sólo es bueno y deseable radicalizarse sino que es necesario. La educación y crianza de los hijos es uno de esos asuntos.

Sigo pensando que la escolarización es aceptable cuando es consecuencia de una decisión razonada, fruto de una profunda y madura reflexión de los padres, y siempre que los niños estén bien, cosa que no siempre sucede. Sigo pensando que, por desgracia, algunos niños están mejor en el colegio que con sus propias familias; que todavía se puede estar abandonado en casa y atendido en el cole. Pero ésa no es la norma general.

Estoy convencida de que muchas de las personas que nos critican y atacan abiertamente no están haciendo nada más que aplicar la máxima de que la mejor defensa es un buen ataque. Y se defienden porque nuestra decisión cuestiona la suya propia, que quizás ha sido tan sólo fruto de la inercia o de la cobardía, en este caso da igual.

Podría contar historias de auténtico terror que suceden todos los días en las escuelas. Pero lo peor es saber que a muchas madres se les rompe el corazón cada vez que han de dejar a su hijo llorando en el cole. El niño vuelve contento del cole, así que la madre se autoengaña y se dice a si misma que la profesora tiene razón: que el niño llora para hacerla sentir mal pero que, en cuanto la madre se da la vuelta, se le cambia la cara y  pasa la mañana tan feliz y tan integrado en la clase. Así que la madre piensa -o quiere pensar- que el niño va contento al cole. Pero no hay que confundir el ir con el volver...

Me dicen que mi hijo no tendrá amigos, porque los amigos, ya se sabe, se hacen en el cole. Pero mi hijo sí tiene amigos y casi todos le dicen aquello de "jo, que suerte". Una niña de siete años me dijo una vez: "quizás tú podrías hablar con mi madre...".
De modo que sí, estoy en contra de la escuela y estoy en contra de que las madres (y los padres)  no escuchen a sus hijos. Estoy en contra del currículum impuesto, estoy en contra de los deberes, estoy en contra de los exámenes, estoy en contra del timbre, estoy en contra de sostener el sistema educativo con mis impuestos, estoy en contra de los profesores sin vocación, estoy en contra de la silla de pensar, estoy en contra de las mochilas con ocho quilos de libros y material escolar, estoy en contra de la "educación para la ciudadanía", estoy en contra de los exámenes de catalán que no son de lengua sino de ideología, estoy en contra de las notas, estoy en contra del plan de estudios de Magisterio, estoy en contra de los psicólogos escolares, estoy en contra del festival de fin de curso obligatorio, estoy en contra de las etiquetas, estoy en contra del acoso escolar, estoy en contra de que esas madres a las que se les rompe el corazón sigan pensando que no pueden hacer nada. Porque pueden.




jueves, 30 de septiembre de 2010

Carnaval de blogs: recordatorio



Un breve post para recordaros que ya hay tema y fecha para la XXII edición del Carnaval de Blogs de Homeschooling.

Tenéis hasta el 10 de octubre para mandar vuestras aportaciones. ¿Somos anti escuela?

Sólo hace tres días que lancé la propuesta y ya tengo 5 entradas registradas. Parece ser que el tema nos llega...

lunes, 27 de septiembre de 2010

¿Somos anti-escuela? - Tema para el Carnaval de blogs



El Carnaval de blogs de homeschooling ya va por su XXII edición y tengo el placer de alojarlo una vez más.

Había pensado que podríamos hablar de la socialización pero, sinceramente, me aburre el tema soberanamente. Así que he decidido que podríamos contestar a una pregunta que, al menos a mi, me hacen con frecuencia: ¿Qué tenemos en contra del cole, si es que tenemos algo? O ¿cómo debería ser la escuela para que nos plantearamos llevar a nuestros hijos? ¿Volveríamos a escolarizar si el sistema educativo funcionara de otro modo? Lanzo estas preguntas pero, obviamente, cada una puede enfocar el tema como mejor le parezca. O como le salga de las entrañas.
 
Mandad vuestras colaboraciones a tarkuskids(arroba)gmail(punto)com antes del 10 de octubre.
Si alguien no tiene blog y quiere participar, también puede hacerlo, cuántas más opiniones presentemos, ¡mejor!
 
 



sábado, 25 de septiembre de 2010

XXI edición del Carnaval de Blogs: el papel de los padres



Andrea lanza la XXI edición del carnaval de blogs y me pasa el relevo para alojar el siguiente. Tengo ya un tema elegido, pero voy a esperar unos días antes de proponerlo; ¡primero hay que leer la edición XXI!

Todas las ediciones anteriores están recopiladas en Tarkus Kids.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Carnaval de Blogs de Homeschooling: Monomaternalidad



Con la "vuelta al cole" vuelve también el Carnaval de Blogs de Homeschooling. En esta edición, la XXI, Andrea desde Educando en la casa nos invita a hablar del papel del padre o, en nuestro caso, de la monoparentalidad o, mejor dicho, la monomaternalidad.

No conozco a otras madres solteras que eduquen en casa en España. Sí que conozco a algunas madres separadas de padres más o menos responsables. Padres que pagan una pensión a sus hijos y que se hacen cargo de ellos los fines de semana y en vacaciones. Yo no tengo nada de eso.

¿Se puede educar en casa estando sola? Sí, se puede.
¿Es fácil? No, pero creo que tampoco es fácil educar en casa en pareja.

La pregunta recurrente es: ¿cómo te organizas para poder trabajar?
Bien, lo primero es examinar tus prioridades. Ver dónde puedes reducir gastos, aumentar ingresos y  sobretodo, conseguir tiempo. ¿Necesitas comer fuera dos veces por semana? ¿Necesitas irte de vacaciones a Canarias todos los veranos? ¿Puedes conseguir una vivienda más barata de la que tienes ahora? ¿Puedes conseguir un coche que consuma menos? ¿Puedes reducir la factura de tu teléfono?

El asunto del tiempo pasa, en primer lugar, por dormir lo justo y necesario. Ni más, ni menos. Dormir menos de lo necesario puede resultar muy contraproducente. ¡Necesitamos energía!
Una también tiene que ser consciente de con qué ayudas reales cuenta. Yo tengo a mi madre, a mi hermano, a mis tías, alguna amiga y, además, tengo la inmensa suerte de contar con otras tres familias homeschoolers muy cerca de casa. Sin esa red de apoyo, no podría hacerlo. Así que, a todos ellos, GRACIAS.
Si trabajas por cuenta ajena, tendrás que coordinar tus horarios con los de la gente que pueda hacerse cargo de tu hijo.
Si trabajas por cuenta propia ¡enhorabuena! Eres tu propia jefa y, por tanto, puedes organizarte como más te convenga. Nadie dice que sea fácil pero, en mi opinión, vale la pena. Trabajar pocas horas  utilizando todos los recursos disponibles para optimizar el tiempo; trabajar desde casa (pero ¡cuidado! no estés todo el día trabajando en casa y dejando de atender a tu hijo... para eso, quizás sería mejor que fuera al cole).

La monomaternalidad tiene una gran ventaja: las decisiones familiares las tomo yo sola, no tengo que discutir ni pactar con nadie, el niño no tiene dos referentes que quizás a veces tendrían criterios contradictorios. Tenemos libertad y eso no tiene precio. No tengo que someterme a las reglas del matrimonio. No tenemos que adaptarnos a nadie más que a nosotros dos. Podemos comer una pizza a las 11 de la mañana o cenar crepes de chocolate a las 12 de la noche, si eso es lo que nos apetece. Tenemos una vida real y no la vida fake que tienen muchas parejas... Ahora iba a decir aquello de "que nadie se me ofenda" pero en realidad creo que quien se pica, ajos come.







sábado, 26 de junio de 2010

1+1 no siempre es 2 - Carnaval de Blogs

Silvia, de Charlotte Mason en español, nos invita a hablar de matemáticas.

Lo confieso: yo tengo (o tenía) fobia a las matemáticas.

Mi impresión con los profesores de mates siempre era la misma: que probablemente sabían mucho, pero que no sabían enseñar y, desde luego, si tenían alguna pasión por la materia, no conseguían transmitirla (ni siquiera demostrarla).

Las matemáticas siempre fueron algo que a mis padres parecía importarles mucho pero que, desde mi punto de vista, no tenían nada que ver con la vida real.

No tenían ninguna utilidad.
No me interesaban.
No las entendía.
No quería aprender y no quería entenderlo.

Creo que fue en quinto de EGB cuando perdí el hilo de esta asignatura. Imagínate. Aprendí algunas estrategias para ir aprobando los cursos y nada más. Suspiraba porque llegara el final de cuarto de ESO y, con él, el final de las matemáticas en mi vida. Mucho más adelante, aprendí que sí tienen alguna utilidad y que no son tan incomprensibles como yo creía de pequeña.

No quise que Damián pasara por lo mismo. Tampoco quería que viera las asignaturas (cualquiera de ellas) como algo que se estudia, algo sobre lo que se trabaja pero que no está conectado con el mundo, con la vida.
Llegamos a Kumon.

Creo que, cuando empezó, tenía poco más de dos añitos. 

De Kumon sólo puedo hablar bien. Pero, para no repetirme, os remito a las entradas con la etiqueta "Kumon" de este blog.

Lo dejamos (espero que temporalmente) por varios motivos. Uno de ellos, económico.

Pero resulta que las matemáticas se aprenden usándolas, aunque no sepas cuál es el nombre técnico de lo que estás haciendo.

Jugar al parchís, comer una y contar veinte, es matemáticas.
Calcular los ingredientes para una receta es matemáticas.
Saber cuántos días faltan para tu cumpleaños es matemáticas.
Decidir cuánto dinero vas a gastarte en un helado para que te quede suficiente para un juguete es matemáticas.
Saber cuántas galletas tienes que darles a tus amigos para que todos coman lo mismo es matemáticas.
Saber qué hora es es matemáticas.





domingo, 4 de abril de 2010

XVII Carnaval de blogs Educando en Familia: ¿Como se vive ser objeto de investigación?


Tengo la impresión de que el Carnaval de Blogs está perdiendo fuerza. (También me acabo de dar cuenta de que no tengo actualizada la página del Carnaval en Tarkus Kids...).

Esta edición la aloja una madre que no educa en casa sino que estudia el asunto desde un punto de vista, sobretodo, legal, aunque ha terminado por tocar otras muchas disciplinas. Somos estudiados como un fenómeno antropológico, quizás porque lo seamos. No lo sé, yo no sé nada de antropología...

Nos han entrevistado en varias ocasiones, incluso antes de desescolarizar. Salimos en septiembre de 2009 en un periódico insular. En octubre, en la revista Todo Papás. Y, en diciembre, yo misma "estudié" a los homeschoolers adolescentes y publiqué un artículo en el periódico El Mundo.

Pero no sólo somos objeto de estudio, sino que nosotros mismos nos exponemos en los blogs y en los foros. Presenté dos ponencias, en la Universidad de Santiago de Compostela en 2008 y en la Rey Juan Carlos de Madrid en 2009. Publiqué un artículo en la revista local sobre la legalidad del homeschooling en España y otro en el Instituto Juan de Mariana sobre la situación en Alemania.

De vez en cuando, llegan mensajes de estudiantes de Bachillerato que han elegido la educación en casa o la educación alternativa como tema de estudio para su trabajo de investigación.

¿Somos un fenómeno antropológico? No lo sé. Lo que sé es que es bueno que se hable de homeschooling, que se normalice esta opción, no en el sentido de que más gente lo haga sino en el sentido de que, los que lo hacemos, no seamos tratados como bichos raros, ni como padres irresponsables que "hacemos pruebas" con nuestros hijos... hemos oído de todo.

Siendo egoísta práctica, debo reconocer que todo esto me sirve de "prácticas" por si algún día tenemos la famosa visita de los servicios sociales, o la famosa entrevista en el despacho del fiscal de menores o, peor aún, una vista en la sala de audiencias de un juzgado de instrucción. Es indudablemente bueno que cada vez más gente tenga curiosidad por conocernos, por saber qué hacemos, cómo lo hacemos y por qué lo hacemos. Que la gente deje de juzgarnos y de etiquetarnos (¿acaso no es lo mismo?). Que cuando dices: "mi hijo no va al cole" reaccionen con naturalidad, con la máxima naturalidad posible, que no se les desencaje la mandíbula, que no te den la callada por respuesta, que no te veas en la necesidad de decirles aquello de: " y el tuyo, ¿por qué va, pobrecito?". Que cuando te dicen: "mi hijo dice que no quiere ir al cole porque el tuyo tampoco va" no te lo digan con odio, como reprochándote que ya no pueden darle la respuesta fácil (e inútil) de: "tienes que ir porque todos los niños van al cole".

Porque estas cosas pasan. Así que no, a mi no me molesta en absoluto que nos estudien como a un fenómeno antropológico. Me molesta, si acaso, que nos traten como a delincuentes. Pero hacemos camino al andar.



viernes, 15 de enero de 2010

XV edición del Carnaval de Blogs: lenguas


Hoy día 15, Mar publica la edición XV del Carnaval de Blogs, sobre la importancia y el aprendizaje de los idiomas.

Aquí el enlace: http://orca-alce.blogspot.com/search/label/Carnaval%20de%20Blogs

¡Feliz lectura!

sábado, 2 de enero de 2010

Carnaval de blogs. XV Edición: las lenguas



Llego tarde -tardísimo- al Carnaval de Blogs de ORCA-ALCE.

Vivimos, creo que por suerte, en una comunidad bilingüe, aunque aquí casi todo el mundo habla menorquín y casi nadie, castellano.

Puedo decir que el castellano lo ha aprendido viendo la tele, bendita sea la tele. También fue con la tele (y con los videojuegos) que aprendió algunas palabras en inglés. El inglés, no sé por qué, le llama mucho la atención, así que muchas veces nos pide que le digamos cosas en inglés.

Con ningún idioma seguimos métodos, al menos no de momento. Usamos juegos de internet, películas y lo que sabemos nosotros (que de inglés es mucho y, de otras lenguas, casi nada).

El japonés, por ejemplo, le interesa desde que se apuntó a la escuela de kárate aunque, de momento, no ha aprendido nada más que lo que allí le han enseñado.

Creo que las lenguas se aprenden, fundamentalmente, por inmersión y, si no puedes desplazarte hasta otro país, lo mejor es hacer que esa lengua te sea útil en tu día a día. Lo digo porque lo he vivido. Estudié inglés, francés, italiano y árabe en su día. Ahora, doy clases de inglés a alumnos de secundaria y bachillerato. Intento hacerles entender que el inglés sirve para muchas cosas más que para aprobar el curso.

  • Para entender tus canciones preferidas.
  • Para ver series y películas en inglés que, dobladas, pierden mucho, la verdad sea dicha.
  • Para leer libros tal como fueron escritos que traducidos, como las pelis, suelen perder bastante.
  • Para viajar ¡a casi todo el mundo!
  • Para entender las instrucciones de determinados aparatos tecnológicos o de determinados videojuegos, por ejemplo.
  • Para ligar con extranjeros (esto, a los 15-20 años, puede ser sumamente importante...).
Y etcétera.




martes, 22 de diciembre de 2009

Carnaval de Blogs: ¿Qué métodos educativos usamos?

La VII edición del Carnaval de Blogs de homeschooling fue alojada por Marcela en su blog, que ya no existe. Para que no se pierdan las aportaciones, lo realojo aquí tal como se publicó en su día:

A las preguntas para ésta edición del Carnaval de Blogs de Educando en Familia:

Por qué elegimos ésta específica manera de educar? O éste método en especial?
Qué es lo que nos atrae?


Creemos que nos estamos perdiendo de algo o privando a nuestros hijos de algo, al elegir esto y no lo otro?

No elegimos nada y vamos probando?


Han respondido:


1*Sylvia
http://aprenderenelhogar.blogspot.com/2009/01/montessori-waldorf-y-nuestros-toques.html

2*Mar
http://oberttotalanit.blogspot.com/2009/01/vii-edici-de-carnaval-educant-en.html
(ACTUALIZACIÓN: Este blog sólo permite lectores invitados)

3*Natalia
http://hechiceros-natalia.blogspot.com/2009/01/un-mtodo-y-un-por-qu.html

4*Marta
http://decangrejosyermitanos.blogspot.com/2009/01/los-mtodos-vii-carnaval-de-educando-en.html

5*Lau
http://fishtobirds.blogspot.com/2009/01/mtodos-educativos.html

6*Natalia desde el de Lau
http://fishtobirds.blogspot.com/2009/01/vii-edicin-del-carnaval-de-blogs.html

7*Xia
http://grillosycanarios.blogspot.com/2009/01/nuestros-mtodos.html
(ACTUALIZACIÓN: Este blog sólo permite lectores invitados)

8*Yenia
http://educandoenfamilia.blogspot.com/2009/01/vii-edicin-del-carnaval-de-blogs.html

9*Maria
http://mermeladadenaranjasamargas.blogspot.com/2009/01/vii-edicin-del-carnaval-eef-por-qu-este.html


10*Ana Paulina
http://lamamagallina.blogspot.com/2009/01/vii-edicin-del-carnaval-de-blogs.html

11*Greisi
http://desdemicordilleradelosandes.blogspot.com/2009/01/vii-carnaval-homeschooling.html

Y Carolina desde mi blog, contestó con respecto al estilo clásico

Contribución de Carolina-estilo clásico

Carolina es de Caceres, pero vive en Buffalo (EE.UU.) Tiene 2 hijos: Jaime, 5 años, y Samuel, 2.

"Hace meses, leyendo en internet sobre los diferentes estilos de educación en casa, mis ojos tropezaron con términos como estilo clásico, trivium, gramática, retórica, lógica. Aquello me sonó totalmente anacrónico y medieval, y no despertó mi interés en absoluto.

Eso fue hasta que semanas más tarde cayeron en mi pantalla textos más completos que explicaban lo que es el estilo clásico. Quedé fascinada y decidí que ese y sólo ese era el estilo que deseo para mis hijos. Antes de explicaros por qué, os digo rápidamente y por si acaso que el estilo clásico no tiene nada que ver con el estilo tradicional de libros de texto. Nada más lejos.

¿Por qué me gusta el estilo clásico?
1. Está concebido para producir líderes, es decir, hombres y mujeres que sean capaces de adquirir conocimientos, razonar y expresarse por sí mismos. Y todo ello con el fin último de inspirar a otros al bien.

2. Admite muchísima flexibilidad en su aplicación y es compatible con la mayoría de los demás estilos. Se adapta sin problemas a diferentes tipos de dinámica familiar.

3. Los niños aprenden a conocer y a valorar las obras humanas que por su belleza e integridad han superado el paso del tiempo.

4. Las lenguas clásicas se consideran desde un principio.

Inciso sobre las lenguas clásicas.
¿Por qué me parecen importantes? Pues porque tanto el latín como el griego están en la base de todos los idiomas de la rama occidental del indoeuropeo, máxime si se trata de un idioma romance, como el castellano.
Si alguien sabe latín y/o griego tendrá menos peleas con la ortografía, podrá deducir el significado de algunas palabras desconocidas, lo tendrá más fácil si estudia derecho, anatomía, zoología o botánica, apreciará mejor la música coral –escrita en latín en su mayor parte-, entenderá mejor la cultura mediterránea –llena de inscripciones latinas, p.e.-

Aunque Marcela dice que no es necesario explicar en qué consiste el estilo elegido, sí me parece necesario hacerlo en el caso del estilo clásico, pues veo que hay confusión al respecto. El texto me ha salido un poco largo. ¡Lo siento!

El estilo clásico no es más que la recuperación de unas herramientas de aprendizaje que se usaban en la Edad Media: dividir la educación en tres etapas, que se corresponden con diferentes peldaños del desarrollo mental del niño.

1) Etapa gramática. Más o menos hasta los 12 años, aunque depende del niño. En esta época de la vida los niños tienen una gran hambre de conocimiento. Démoselo, pues. Los niños aprenden –de la mano al principio y con más libertad según van creciendo- todo tipo de disciplinas, incluyendo música y astronomía. ¿Cómo aprenden? De la forma más creativa e interesante posible, pues no se trata sólo de aprender, sino de aprender a aprender, de desarrollar un gusto vitalicio por adquirir conocimientos nuevos.
Por tanto, los niños han de tener acceso directo a la naturaleza, a instrumentos científicos y musicales, a bibliotecas, a láminas y utensilios de arte, a libros buenos, a museos, a granjas… Se usan pocos libros de texto y muchos “libros vivos” (a los Charlotte Mason).
Como en esta época la memoria de los niños es prodigiosa y les gusta usarla, se les estimulará, haciendo que memoricen poemas y textos literarios, canciones, versículos bíblicos, tablas de multiplicar, accidentes geográficos, huesos del cuerpo humano…

2) Etapa lógica. Más o menos a partir de los 12 años. Los niños ya son capaces de pensar con más profundidad. La meta aquí es que aprendan a razonar por sí mismos, para que nadie les “coma el coco”. Por tanto, mientras se siguen aprendiendo todas las disciplinas de la etapa anterior, ahora se enfatiza el por qué de las cosas. Los niños, mejor dicho: los preadolescentes, han de ser capaces de diferenciar un razonamiento falso de uno verdadero, han de analizar una misma noticia en diferentes publicaciones periódicas, han de examinar discursos políticos para ver si se está apelando al miedo como recurso de convicción, p.e. (Inciso: ¿por qué no me enseñaron a mí estas cosas tan prácticas?).

3) Etapa retórica. Entre los 16 y 18 años. El énfasis aquí está en la expresión. El preadolescente ya es un adolescente con un gran caudal de conocimientos y capacidad de razonar. Ahora le toca aprender a expresarse con un estilo elegante y convincente tanto de forma oral como escrita. Aunque la expresión ya he venido practicando desde la etapa gramática, ahora cobra una importancia especial, y animaremos a nuestros hijos a dar charlas sobre varios temas, a tener su propio blog, diario o carta de noticias, a hacer un periódico con sus amigos… Todo eso mientras sigue aprendiendo las disciplinas de todas las etapas.
(Ejemplo de un mismo tema tratado en las 3 etapas: La Guerra Civil Española. En la etapa gramática se estudiará su desarrollo, en la etapa lógica cuáles fueron las causas ideológicas. Y en la etapa retórica, el chico o chica dará una charla o escribirá un ensayo sobre ella.)

Y algo que acompaña las 3 etapas es la lectura en voz alta de buenos libros –tanto en fondo como en forma- de todo tipo de temas. Durante la etapa gramática el objetivo principal no es que el niño entienda todo lo que se le lee, sino que se le acostumbre el oído a la buena literatura para que elija esta durante toda su vida.

Como nosotros somos una familia cristiana, afinando más diré que en nuestro caso se trata de un estilo clásico cristiano. Es decir: usamos la Biblia como base y filtro.

Si queréis más información sobre este tema, hay mucho en inglés y poco en castellano –como siempre-.
Pero podéis leer el blog de Perla, y allí sabréis más: http://www.theclassicalmommy.com/ "




Carnaval de blogs: aportación de Marcela

Marcela cerró su blog, así que me ha mandado su aportación al Carnaval para que no se pierda.


Con respecto a la tele y otros aparatos tecnológicos


"Ellos se autorregulan. Aunque en casa no vemos ya la tele porque a los adultos nos hartó.

En mi casa, la gran lucha de mi madre fue cenar sin tele, nunca lo logró. En casa había una tele en el salón y una en CADA dormitorio.
Vi mucha tele (también leía mucho y hacía muchiiisimo deporte) aprendí ingles viendo Friends y no me avergüenzo. También las pelis que me gustaban (en Argentina son en vJustificar a ambos ladosersión original, subtituladas) bueno, las que me gustaban pegaba un papelito y tapaba los subtítulos y así reforzaba vocabulario y conceptos.
También miraba mucho Discovery Channel, History Channel, Animal Planet....la basura (Gran Hermano, cotilleos) no la veía

Acá no tengo cable, tengo TDT y no he visto muchas cosas que me interesen, pero en cambio tengo internet (por necesidad personal, porque me mantiene comunicada con mis seres queridos al instante y porque es una magnífica fuente de información) mis hijos pintan en el paint, "escriben" en el word y usan el Google Earth.

De la publicidad, qué puedo decir? soy publicista, me enseñaron a "vender" un producto. Además de diseño y creatividad, tenes que estudiar mucha psicología....peeeero, creo que de todo se puede sacar una enseñanza, es como leerles fábulas, ellos tienen que descubrir el mensaje. Es lo mismo. Es verdad que hay mucha mierda, puedo poner mierda? pero la vida es así y no puedo NI QUIERO criarlos en una burbuja. No voy a decirles que Blancanieves no la palmaba o que la bruja no existía. No voy a decirles que no hay guerras, muerte, hambre....no van a perder su inocencia, ni los voy a traumar, ellos siguen siendo niños que van asimilando la información que quieren/pueden. Y yo tengo la necesidad de que sepan que hay, por ejemplo, hambre en el mundo para que valoren lo que ellos tienen...

Antes las "malas influencias" eran, para mí, un quebradero de cabeza, lo que comen, dicen, ven sus primos, a lo que juegan...ahora ya no, mis hijos no son tontos, confío en que ellos elijan lo mejor.( mis padres fuman mucho los dos y yo odio el cigarrillo ) Claro que me rompo el culo por ser el mejor ejemplo posible, pero no soy perfecta, la perfección no existe y si tengo que gritar o lo que sea , lo voy a hacer, no creo que sea sano ( y lo digo por experiencia propia) ver a tu mami siempre perfecta, somos humanas y estamos tristes y cansadas....

Me estoy yendo por las ramas, pero llevo mucho tiempo callada.

A mi marido le gusta de vez en cuando ver la tele para evadirse, le gusta la Fórmula 1 y tiene una play station ( que no usa nunca, pero ahí está)...les compró un jueguito, para jugar juntos, jugaron dos veces y ya está, cuando él está viendo la tele, ellos no la ven, están a su lado, jugando.

Mi sobri tiene una Nintendo y se la deja a Ricardo cuando estan abajo jugando, juega un rato y ya está.
Mis hijos tienen un lead pad y SI han aprendido un montonazo.

SI, yo uso la tele como niñera, les pongo capítulos de seriesyonkis.com
o lo que me bajo. NO puedo estar 24 horas del día a su disposición, ocuparme de ellos, su educación, la casa, mi marido, la comida...y yo??!!! necesito una niñera, y no me la puedo permitir y la que si me puedo permitir, sé que los va a querer "educar" a su manera y los va a evaluar constantemente a ver " lo que saben" y compararlos con las primas, o echármelo en cara...NO, paso, les pongo un video o peli y ya está.

Adoro las películas y también saqué un montón de ideas de Art Attack. Por qué ellos no van a estar estimulados? Ahora estamos a full con Harry Potter y a pesar que me han dicho que Fede es muy pequeño y se va a asustar, no, no se asusta. Es más, andan diciendo hechizos en latín, usan la memoria, la imaginación, y tiene unos valores buenísimos como el triunfo del amor, la amistad, la familia, confiar en ti mismo, etc. ( no nos olvidemos de que Hermione lee mucho!)

Amo los libros, les leo mogollón, vamos a la biblioteca y deseo que les guste tanto la lectura como a mí, porque con la lectura se te abren mundos maravillosos. Ellos saben que primero me leí los libros de Harry antes de ver la peli y saben que prefiero el libro.

Pero sabes como se ríen con la Pantera Rosa???!!! Escucharlos reír a carcajadas me quita todo el estrés de ese día.
Considero que los nenes necesitan un soporte audiovisual y se merecen distraerse, al igual que los adultos.
Pienso que un ordenador de estos de juguete los puede estimular un montón y por qué no? enseñarles cosas. Ricardo hace muchas Mates con el de su prima (es de las Barbies, pero tiene de todo) y me pide que lo deje solo, y sólo va encontrando la respuesta y su cabeza procesa, ergo, aprende por el mismo...y además es más divertido el ordenador que su madre, jeje

AHORA BIEN, lo que yo no veo bien es que el nene esté todo el santo día pegado a una pantalla, no veo bien la tele de "ruido de fondo", no veo bien que un niño ( de unos 6 o 7 años) tenga tele en su propia habitación y se duerma con la tele, me gusta la cena familiar, jugar juegos de mesa , antes que 4 entes viendo una pantalla porque no saben estar juntos , simplemente hablando y conociéndose...pero cada cual que haga de su cu** un colectivo ( autobús) y le reparta boletos a quien quiera. Yo no lo veo bien, pero cada uno es cada uno y punto.

Yo hablo que no me gusta ver a mis hijos atontaos todo el día, pero luego te das cuenta que es un ratito y enseguida se ponen a jugar.

Prohibir las cosas no es bueno, eso ya lo sabemos.... si yo de vez en cuando como "porquerías" por qué no se las voy a permitir a ellos? sería una hipócrita. Prefiero la comida sana y natural, pero de vez en cuando no pasa nada

Lo que quiero decir, para finalizar ya, es que para mí la vida de trata de una búsqueda eterna del equilibrio, a mi no me gustan los extremos ni la gente radical o cerrada. Pero en esta vida hay de todo y yo no me cierro a querer conocerlos y aceptarlos como son, tengo amigas que son lo opuesto a mi, en todo y yo las quiero, y las respeto, si ella es feliz , yo soy feliz, no soy juez de nadie, al fin y al cabo todos buscamos la felicidad, y la felicidad, para cada uno es diferente, y eso es bonito ( a no ser que sea un HdP) que aburrido sería todo si todos fuésemos iguales!"



jueves, 12 de noviembre de 2009

Siguen llegando entradas para el Carnaval

En esta ocasión, Jan, desde el blog de Ana P. La mamá gallina y sus cuatro pollitos.

Carnaval actualizado

Han seguido llegando aportaciones para la XIV Edición del Carnaval de blogs, así que he editado la entrada para añadir los nuevos enlaces:

http://fishtobirds.blogspot.com/2009/11/xiv-edicion-del-carnaval-de-blogs-los.html

Finalmente, tenemos 14 aportaciones de madres homeschoolers, 4 de madres no homeschoolers y 2 hilos en foros de crianza.

¡Gracias a todas!

miércoles, 11 de noviembre de 2009

XIV Edición del Carnaval de Blogs: Los niños y la tele


¡Bienvenidos a la decimocuarta edición del Carnaval de Blogs de Homeschooling!

Propuse un tema al parecer algo delicado: qué opinamos y qué hacemos con la tele en relación a los niños. Como era de esperar, hay opiniones para todos los gustos:

Marcela, desde su nuevo blog Lo que hacemos en la madriguera, es contundente: "Ellos se autorregulan. Aunque en casa no vemos ya la tele porque a los adultos nos hartó". Y reconoce que sí, que en ocasiones usa la tele de niñera: "SI, yo uso la tele como niñera, les pongo capítulos de seriesyonkis.com o lo que me bajo. NO puedo estar 24 horas del día a su disposición, ocuparme de ellos, su educación, la casa, mi marido, la comida...y yo??!!! necesito una niñera, y no me la puedo permitir y la que si me puedo permitir, sé que los va a querer "educar" a su manera y los va a evaluar constantemente a ver " lo que saben" y compararlos con las primas, o echármelo en cara...NO, paso, les pongo un video o peli y ya está."

ACTUALIZACIÓN: Marcela cerró su blog, así que su post está ahora aquí.

Mar, de ORCA: Observar, Recordar, Crecer y Aprender, hace una distinción entre la tele como aparato audiovisual y la tele como programación: "Sinceramente no quiero en absoluto que mis hijos estén expuestos a tal programación, porque para tener que estar apagándola cada dos por tres por anuncios o por programas inadecuados para su edad pues simplemente prefiero no ponerla."

Paloma, de Paideia en Familia, vive sin tele porque la considera perjudicial y hace una reflexión acerca de la autorregulación infantil: "Yo creo en la autorregulación y se la permito y fomento a mis hijos, en la medida de lo que considero razonable. Pienso que sus cuerpos son sabios y saben cuándo necesitan ingerir alimentos o bebida (pero dándoles a elegir alimentos y bebidas sanas y naturales) También dejo que se pongan mayor o menor abrigo escuchándose a ellos mismos y no a mi, les dejo bastante libertad de movimientos, vamos que confío en ellos…pero discrepo absolutamente con los padres que equiparan todo lo mencionado con la televisión, el ordenador o a las consolas. Todo esto no es natural sino extraño y ajeno a la naturaleza humana." Si queréis leer otros artículos en contra de la tele, no os perdáis estas entradas del blog de Paloma.

Greisi, Desde mi cordillera de los Andes, reconoce haber usado también a la tele como niñera: "Mi analisis se basa practicamente en el ejemplo , si quiero que mis hijos lean , me deben ver a mi leyendo , si no quiero que vean novelas yo tampoco debo verlas . Es importante enseñarles a dicernir, que programa vale la pena ver y otros no".

Esther, de Alzar el vuelo, nos cuenta que sólo utilizan la tele como pantalla para el DVD: "Por eso y por muchas más razones la televisión se ha convertido en un convidado de piedra, que sólo sirve de pantalla para el DVD, y muy puntualmente para ver documentales y un curso de inglés. De todos modos, procuro que en casa mis hijos no sientan que la tele "está prohibida", sino que sencillamente no se acuerden de ella".

Marta reconoce, en De cangrejos y ermitaños, que entre la tele y ella "hay algo personal" y trata de que los miembros de su familia lleguen a acuerdos: "Cuando dejé el trabajo para ocuparme al fin de nuestro proyecto familiar, esto fue mi primer caballo de batalla, ofrecerles une stilo de vida lo suficientemente libre y variado como para que abandonasen el sofá. A veces lo consigo, a veces, ganan Bob Esponja y compañía. Poco a poco hemos ido pactando, rehaciendo las rutinas, etc, y todo se ha suavizado. He cambiado un poco la visión, y he querido encontrar una aliada, dónde antes había una enemiga atroz".

Sylvia, del blog Esas pequeñas cosas - aprendiendo en casa, también tiene tele y también ha tenido que usarla como niñera en alguna ocasión, pero trata siempre de encontrar el equilibrio:
"En casa tenemos tele. Sobre el aparato en cuestión y su prima la pantalla del ordenador tenemos una premisa: las cosas a su justa medida. Y cual es la medida? No nos gusta que los niños estén pegados a la pantalla un montón de horas al día, ni que la enciendan y vean lo que sea ( con la de programas estúpidos que hay en la programación...!!)."

María, del blog Mermelada de naranjas amargas, reconoce que tiene una relación de amor-odio con la tele:
"Nosotros tenemos tele en casa, somos de la generación de los Alcántara y la verdad es que abusamos de ella. Mi relación con el aparato es de amor-odio, como casi todas las relaciones. La programación suele ser bastante infame y cuesta encontrar algo que valga la pena a horas decentes. Aún así, pasa varias horas al día encendida".

Maike no tiene blog. Ésta es su aportación:

Bueno, mi relacion con la caja tonta es un poco extraña. Durante los
años que duró la enfermedad de mi hermano, los años que mi madre
doblaba turno y teniamos que quedarnos en casa solos, los fines de
semana sin planes, que sabíamos iban a ser monótonos y aburridos, todo
ese tiempo, fue una fiel compañera.

Recuerdo que mi hermana y yo,
congelabamos agua el dia anterior y por la mañana, en sabado o
domingo, nos sentabamos a comernos el hielo bajo un edredón de plumas.
Lo recuerdo con mucho cariño la verdad. Pero reconozco que hubiese
preferido tener mas compañía de mi madre, que se mataba a trabajar.
Haber podido salir a la calle con mi hermano y no tener que quedarnos
en casa encerrados siempre. De todos modos, no me di cuenta hasta
mucho mas tarde, y entonces le cogí aversión. Verdadera.

Solo me acerco a ella cuando quiero que mi mente divague sin pensar en
nada, conseguir embobarme hasta el punto de que no se ni lo que veo ni
lo que oigo. Gracias que ya no tengo tiempo, ni ganas, ni necesidad de
esos momentos.

Desde que nació Iré, la he tratado como a la enemiga de la casa,
apagaba la tele cada vez que poníamos al niño en el salón y se me
revolvían las tripas cuando el padre lo ponía un ratico a ver los
dibujos. Le contaba los minutos y me ponía muy muy tensa. Se lo
transmitía todo al niño y al final siempre había guerra, o yo conmigo
misma por haber permitido 20 minutos de tele en vez de 10 o con el
papá porque decía que yo lo desautorizaba ante el neno o con Iré que
me montaba unas perretas que pa que.

De hace unas pocas semanas a hoy, he cambiado mi parecer. Me he
relajado por el bien de todos porque creaba un mal rollo en casa que
ni se imaginan. Ale quiere ver tele, pues que la vea. Le controlo el
contenido, asi que por ese lado no tengo problema. Tampoco tengo
problema con el tiempo porque la verdad que puedo negociar
estupendamente con él. Y ahora, de repente, no recuerdo porque le
tengo tanta aversión. Bueno si, pero me cuesta.

En realidad me gustaría eliminarla de casa. Si no tuviesemos, no
habría guerras. Yo no la hecharía de menos porque de todos modos
prefiero leer hasta el cansancio, pero no hay negociacion posible con
la otra mitad de mi, asi que he aceptado mi derrota puntual y estoy
empezando una tregua, veremos a donde nos lleva.

Ipe, del blog Mis hijos mi oro, no es muy amiga de la tele: "el psicólogo docente nos explicó que la Televisión desactiva literalmente el funcionamiento cerebral, mata más neuronas que el alcohol y por ello las personas expuestas a la televisión en sus tres primeros años de vida son menos creativas y tiene una menor capacidad de comprensión tanto de las explicaciones verbales, como en la lectura. Con esas advertencias, yo no quería una televisión en mi casa."

Shanti, del blog Mencanta, nos cuenta su curiosa situación y cómo ven muy poco la tele debido a cuestiones técnicas y, además, rompe una lanza en favor de los videojuegos: "-Disponíamos de una antena pequeña a la que le cuesta bastante darnos la señal.¿Os imagináis que para cambiar de canal tuvierais que cambiar de sitio la antena ?para partirse de risa ".

Ana P, La mamá gallina y sus cuatro pollitos, prefiere un buen libro a la tele, pero no la tiene prohibida: "Durante mi juventud la tele siempre fue un entretenimiento para los ratos de ocio, aunque toda la vida he sido una lectora voraz y si tengo algo que leer eso le gana a todo lo demás".

A Àfrica le debo una disculpa, porque mandó su colaboración hace días y a mi se me extravió y no la publiqué. En Un desert a casa nos cuenta que, aunque tienen tele en casa, sus hijos la piden poco.

Jan tampoco tiene blog, pero Ana se ofreció gentilmente a publicarle una entrada para este Carnaval, asíq ue podéis leerla en La mamá gallina y sus cuatro pollitos.


Y una servidora publicó su opinión, totalmente a favor de la tele y de la autorregulación infantil, aquí.



Además, dos foros de crianza se hicieron eco de esta edición del Carnaval. Aquí podéis leer los debates que surgieron al respecto:



Last, but not least
, contamos con la participación de cuatro madres que no son homeschoolers (aunque a más de una le gustaría) y que se han animado a compartir su opinión sobre el tema de este Carnaval:

Cristina, quien educó en casa mientras sus circunstancias se lo permitieron, vive sin tele, pero eso no significa que su hija no tenga contacto con ella. Nos lo cuenta en Ante un nuevo amanecer.

Marta, en Mirando hacia el futuro, nos cuenta cuál es su relación real con la tele en el día a día, distinguiendo entre períodos lectivos y vacaciones escolares.

Ale escribió un post sobre la tele en abril, en Cuatro en la cama, y lo aporta para la ocasión. Considera que la tele no debe estar prohibida pero sí medida.

Esther no tiene blog, así que me mandó su colaboración por email y la incluyo aquí mismo:

Respecto a la televisión yo también estoy dividida, como algunas de las mamás. Siempre fué el coco en casa pues no estaba muy de acuerdo con tenerla todo el día encendida, igual porque en mi casa no se veía casi tele, y yo siempre prefería hacer cualquier otra cosa (leer, pintar, ecribir..), y mis padres también. Me parecía, y me sigue pareciendo, tal pérdida de tiempo. Cuando los críos eran más pequeños, y puestos que han sido escolarizados muy tarde, la tele casi no se usaba, sólo para ver algo grabado y controlado, pues pienso que en la tele hay demasiada basura. Ahora, sin embargo, el mayor, al pasar a pimaria, y pasar más tiempo con amigos, y primos, pues está enganchado a la tele, hasta el punto que a veces parece obsesión. Ahora mismo estamos en una especie detira y afloja con la televisión, pues si por él fuera no desayunaría siquiera los domingos por ver la tele. Ve dibujos y “anuncios” a tutiplén, pero intentamos que se use como una especie de premio por hacer tareas, o llevar a cabo responsabilidades en casa. Yo no sé, si como dice una mamá, los niños se autoregulan con la tele también, porque si le dejas yo creo que mi hijo podría estar 24 horas al día. Igual debería probar algún día, no sé. Yo, por si acaso, no lo he probado, y procuro regular el tiempo. Y, la mayoría de las veces lo que hago es pasar más tiempo con ellos, pintando, jugando, vamos, ofrecerles otras alternativas, y la mayoría de las veces las aceptan, si no está spiderman, que entonces gana siempre.

Bueno, igual me he enrollado mucho. La televisión me parece útil, y la usamos en casa, pero la programación es malísima y no trata con respeto a los televidentes. Por eso, prefiero otras alternativas para mis hijos.






Os agradezco a todas vuestra participación. Ahora, no me quedan muchas opciones para pasar el relevo porque, de las 8 participaciones de madres homeschoolers, únicamente dos nunca han alojado el Carnaval. Se lo paso, por tanto, a Mar, del blog ORCA, quien espero que acepte con gusto ;-)



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