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jueves, 22 de octubre de 2009

Carnaval de Blogs: Los niños, los padres y la tele.


En el encuentro de ALE del pasado mes de mayo, dos madres se sorprendieron enormemente cuando les dije que en casa:

1) Hay tele

2) No hay normas sobre la tele

3) El niño se autorregula.


Les hablé de mis teorías sobre la tele y les prometí un post al respecto. Así que aquí lo tenéis, Cutús y Begoña, este Carnaval es para vosotras:


Ejemplo real:

Damián se levanta a las 9.00. No tengo que despertarlo. No va al baño. No se lava la cara. Ni los dientes. No se viste. No desayuna.

Me da los buenos días y se va directo a la tele. Ve los dibujos de Caillou, Arthur, El Zorro, Spiderman y Bob Esponja. Todo seguido, en sesión contínua. Non stop.

A las 11.00 pide comida. Desayuna en la cocina y vuelve a la tele. ¡¡¡HORROR!!!

¿¿Horror??

No, para nada.

Si hubiera escrito: Damián se levanta, se va directo a la estantería y lee 5 libros seguidos durante dos horas... ¿alguien habría pensado ¡¡¡¡HORROR!!!!? Yo no. La tele ha sido su elección para hoy. Tal vez no lo sea para mañana. No lo fue para ayer.

Cuando hablamos de la tele, suelo contar la historia -real- de unos padres que estaban tan convencidos de la maldad del invento que no tenían televisor en casa. Hasta que descubrieron que sus hijos pasaban todas las tardes en casa de su abuela o en casas de amigos para ver la tele, que veían cualquier cosa que echaran y no tenían ningún criterio para elegir qué programas ver.

He leído más de veinte artículos acerca de los niños y la tele. Algunos a favor, otros en contra y otros con una opinión que podríamos calificar de intermedia. Yo misma he pasado por todas esas fases y, durante bastante tiempo, pensé de una determinada manera pero actué de otra. He vivido sin tele durante cinco años y fui coherente con la opinión negativa que tenía acerca de ella; y viví sin cable durante muchos más tiempo (en mi pueblo, antes de la TDT, si no tenías cable, sólo veías unos cuatro o cinco canales). Viví una contradicción cuando creía que los niños no debían estar expuestos a la tele pero me gustaba ponerle vídeos de estimulación temprana a mi hijo. A él también le gustaban. Y, además, las madres solteras a veces tenemos que recurrir a la tele-niñera porque, si no, no podemos ni ducharnos.

Finalmente, puedo decir que encontré el equilibrio:

  • me gusta la tele y lo reconozco
  • a mi hijo le gusta la tele y no lo considero un problema
  • tenemos tele
  • no tenemos normas acerca de la tele (no, ninguna, en serio)

Precisamente el fundamento del unschooling es la creencia -la certeza, en realidad- de que el aprendizaje está en todas partes. Es el "vivo, luego aprendo" de Pam Sorooshian. Y la tele es tan válida como una visita a un museo, como la lectura de un libro o como las clases de una academia.

Lo fundamental es tener el suficiente criterio para discriminar y evitar la influencia negativa que la tele pudiera tener en nuestras vidas, quedándonos sólo con la positiva. Pondré cuatro ejemplos (reales) para que quede más claro:

1) Un niño que nunca había querido probar las pizzas, las probó sólo después de haber visto los dibujos de las Tortugas Ninja, porque quería tener tanta fuerza como ellas.

2) A otro niño le pasó lo mismo con las hamburguesas y Bob Esponja.

3) Y, a otro, lo mismo con la fruta y Lazy Town (las "sport-chuches" de Sportacus)

4) Por último, Damián quisó aprender kárate después de ver un capítulo de Bob Esponja en el que lo practicaban; y sólo han empezado a interesarle las manualidades a los cuatro años y medio de edad, después de descubrir el programa Art Attack. Y no será porque en sus dos años de cole no lo intentaran... (a la fuerza, claro).

Estos son cuatro ejemplos (cinco) de influencia positiva. Pero, ¿qué impide que estos cuatro niños quieran, también, tirarse por la ventana para ser como Supermán? El criterio. Y, que tengan o no tengan criterio, depende de muchos otros factores. Sobretodo, de la educación y del ejemplo. Os preguntaréis qué tiene esto que ver con el homeschooling. Joyce Fetteroll lo dijo estupendamente: "las vidas de los unschoolers carecen de los factores que causan que los niños usen la TV de un modo inadecuado".

Los niños que quieren ver la tele todo el día, son los niños que saben que no les dejarán hacerlo. Los niños que son dejados en libertad, en cambio, se autorregulan. No tienen necesidad de tele porque saben que está ahí, disponible para ellos en cualquier momento. El otro día tuve una prueba de ello. Damián, sentado frente a la tele, me dijo: "¿Por qué estoy viendo los dibujos si ahí están mis juguetes?". Apagó la tele y se puso a jugar. Si le hubiera prohibido ver la tele, muy probablemente habríamos tenido una cruda discusión con gritos, llantos y toda la historia. Pero sólo tuvimos paz.

A los que prohiben o limitan la tele a sus hijos les pregunto cómo se sentirían si alguien -sus maridos, sus jefes o quien fuera- les prohibiera o limitara algo que les gustase. Si no te dejaran poner música mientras cocinas o mientras limpias, si no te dejaran leer lo que quisieras, cuando y cuánto quisieras.

Hay quien se preocupa por el hecho de que la tele pueda transmitir valores que vayan en contra de sus valores familiares. Bueno, no es sólo la tele. Es la sociedad en general. Aunque les quites la tele, seguirán teniendo influencias externas, ajenas a ti, que pueden ser contrarias a tus valores. Y, sin embargo, debemos tener la tranquilidad de que los padres tenemos un grado de influencia muchísimo mayor que cualquier otro factor; más la tranquilidad de saber que estamos criando niños con sentido crítico que no serán tan fácilmente influenciables.

Y los anuncios. Bueno, a mi me encantan los anuncios y eso no significa que quiera todo lo que sale en ellos. Ver anuncios es como ver una sesión de cortos. Y algunos son realmente creativos. Cuando los niños piden las cosas que ven en los anuncios, la reacción habitual de los padres es negativa: "no puedes pedir todo lo que veas, no tenemos dinero,ya no caben más juguetes en esta casa" etc, etc. Pero, los adultos que no son sus padres suelen reaccionar de un modo más positivo, interesándose por saber qué es lo que le ha llamado la atención del objeto en cuestión, o por cómo cree el niño que lo usaría, o por si sus amigos lo tienen igual, o cualquier otra cosa que no sea preocuparse porque el niño se esté volviendo consumista.

En mis debates conmigo misma acerca de la tele, siempre he encontrado más argumentos a favor que en contra. Luego he tenido que aceptarlo y, cuando lo he conseguido, ha llegado la paz a mi casa. El proceso ha valido la pena.

martes, 6 de enero de 2009

Métodos Educativos - ¿Somos unschoolers?



Marcela nos pregunta qué métodos educativos utilizamos.

Se suele decir que existen tantos métodos como familias educan en casa. Existe un inmenso elenco de tipos de homeschooling: desde los más tradicionales, que planean su año escolar siguiendo un curriculum y usando materiales como en los colegios, hasta el aprendizaje natural o unschooling, llegando incluso algunos a denominarse a si mismos "unschoolers radicales"; todo ello pasando por las familias que usan sistemas pedagógicos de los que se han dado en llamar "alternativos" (como pueden ser los de María Montessori, Rudolf Steiner, Charlotte Mason, J.H. Pestalozzi, etc.), por los eclécticos y por los llamados "relaxed homeschoolers", entre muchos otros.

Nosotros empezamos, a los dos años de edad, y sin habernos planteado nada en un plano teórico, con algunos programas del Método Doman (lectura, conocimientos enciclopédicos y excelencia física) y con el programa de matemáticas del Método Kumon. Año y medio después, al dejar definitivamente el colegio, hemos dejado los programas de Doman como método, aunque seguimos usando sus materiales siempre que nos apetece e inventamos juegos que hacer con ellos.

Seguimos con el Método Kumon de matemáticas... y nada más.

El curriculum oficial me parece innecesario.
Los libros de texto tradicionales no nos interesan de momento. Lo que se puede aprender de la vida, lo aprendemos de la vida. Lo que no, se puede aprender leyendo o incluso viendo películas, pero no hace ninguna falta un libro que te explique los conceptos de forma aislada, sin ningún contexto y sin que te de pie a ponerlo en relación con otros temas.

He estudiado las pedagogías que antes he mencionado y, si bien cada una de ellas me apasionó al principio, todas llegaron a parecerme una variación de lo mismo: la escuela.
Me gusta la idea de la educación como un libro de Elige-Tu-Aventura como comenta Sandra Dodd en su artículo All Kinds Of Homeschooling y del que extraje la cita que podéis leer en la parte superior de la página principal de este blog. Me considero unschooler a pesar del programa de Kumon. Es algo que la gente me pregunta constantemente: ¿cómo puedo decir que somos unschoolers si estamos haciendo un método dirigido y programado a diario? Bien, es lo mismo que sucede con los libros de texto y la clave, lo que hace la diferencia,
es la libertad. El hecho de que un niño quiera usar un libro de texto, quiera hacer Kumon o quiera tomar clases de piano porque le gusta y le apetece, no significa que deje de ser unschooler. Al contrario, está siguiendo sus propios intereses y pasiones. Otra cosa es que a la mayoría de los adultos les cueste creer que un niño quiera hacer determinado tipo de cosas por voluntad propia... Quiero traer a colación un fragmento del libro No Punish acerca de la disciplina auto-elegida (la negrita es mía):

La disciplina interior es auto-elegida y se desarrolla por elección propia. De esta manera un niño de 6, 7 u 8 años, elige los rigores del ballet porque ama su belleza, o a la maestra de ballet, a su madre bailarina. Un niño o niña pueden escoger la disciplina del kárate por sus propias razones. Es una cuestión de quien hace la elección y se puede esperar muy poco éxito cuando ésta es impuesta "por tu propio bien."

Lo que se necesita de parte del mundo del adulto, es CONFIANZA. Primero fe en la bondad fundamental del niño, quien a menos que sea castigado, avergonzado y no-respetado, no te decepcionará. Si se le da un modelo de ejemplo aceptable, él o ella crecerán para convertirse en personas genuinas y auténticas. El exigir otra cosa es una ofensa a su integridad.
Para que se pueda desarrollar la disciplina, no debe de haber miedo, pues sólo puede crecer en la libertad. La disciplina nos lleva a niveles de excelencia que no se pueden realizar en ningún otro lado. La disciplina es la puerta a la experiencia gozosa de vivir. Cuando vemos ésto nos deleitamos en nuestra práctica, nuestra dirección está bien y estamos en nuestro camino, el camino que NOSOTROS hemos escogido. Podemos aprender de nuestros errores, más no de ser cazados y apaleados.
La sabiduría interior le dice al niño que la disciplina desde el interior es la llave del mundo.


martes, 26 de agosto de 2008

Cromos de fútbol



No me gusta el fútbol y no me gustan los álbumes de cromos; ya podéis imaginar cuánto me gustan los álbumes de cromos de fútbol.

No obstante, cuando vi el álbum de la Liga BBVA de Panini pensé que quizás a Damián podría gustarle. Además, como es Blue, podía conseguir 300 cromos de golpe. Me resistía a hacerlo porque pensaba, creía saber, que lo divertido de los álbumes de cromos es la dificultad en conseguirlos, la inmensa alegría de conseguir que tus padres te compren un sobre de cromos después de mucho rogar y negociar, ver cómo los vas consiguiendo poquito a poco y cómo te vas acercando al final.

Así que tenía mis dudas, no sabía si debía aprovechar la promoción o no; tampoco sabía si a Damián le iban a gustar; al fin y al cabo, no conoce ni los equipos ni los jugadores. Pero mi hermano me hizo caer en la cuenta de una obviedad. Me dijo: "¿No eras tú a la que le gusta tanto el unschooling y el interest-led learning? Los cromos no dejan de ser pegatinas, es una actividad como otra cualquiera y, además, es un excelente recurso para el desarrollo de la motricidad fina".

¡Duh!


jueves, 24 de julio de 2008

Los unschoolers se toman un día de vacaciones

Nuestra querida Sandra nos cuenta que hoy es el primer (y quizás último) día anual de No Aprender Nada, unas vacaciones para los unschoolers. Y nos presenta este diseño de su hija Holly:


Ah, me encantó el comentario de Ren Allen ;)

EDITO esta entrada para enlazar con la página "oficial" del Learn Nothing Day. Desde aquí podéis acceder a todos los post con el resultado de la jornada:



miércoles, 23 de abril de 2008

Juegos educativos vs. juegos lúdicos

En una lista de mailing sobre aprendizaje infantil una madre hablaba sobre los juegos educativos contraponiéndolos a los juegos lúdicos.

Imagino que mi respuesta traerá cola, así que me ha parecido interesante copiarla aquí, por si surge debate o por si alguien quiere reflexionar al respecto.

Ésta es una pequeña parte de su mensaje:


...porque el uso lúdico de las consolas me parece muy pero que muy peligroso para la salud física y mental de los niños, adolescentes y adultos. Este es un riesgo que hay que valorar cuando se le ofrece a un niño un ordenador o una consola. Mi plan es permitirle jugar todos los días 20 minutos, cuando tenga autonomía para hacerlo solo, pero solamente con juegos educativos...

Y ésta es mi respuesta:

aunque comprendo tu punto de vista, debo decir que no lo comparto; al menos no la distinción que haces entre juegos "lúdicos" y juegos "educativos". Para mi todos los juegos y todas las actividades son exactamente igual de lúdicas e igual de educativas. De cualquier videojuego se puede aprender algo, y con cualquier actividad "educativa" se puede uno divertir a lo grande. Tengo una amiga cuyo mayor pasatiempo es la resolución de operaciones matemáticas que a mi me parecen aburridas por imposibles.

¿Qué pensarían la mayoría de las madres españolas si su hijo dedicara el 90% de su tiempo a leer literatura fantástica? Probablemente se empeñarían en que hiciera otras actividades: deportes, matemáticas, etc y que tuviera otro tipo de lecturas. Pues eso es lo que hizo Christopher Paolini. Y a los 20 años había vendido más de un millón de ejemplares del libro que escribió a los 15. Más de medio millón de dólares por hacer ¡lo que más le gusta!

¿Por qué jugar a marcianitos se considera menos importante o menos útil que jugar a Imagina y Crea con Pipo? ¿Por qué leer cómics ha de ser menos importante que leer libros del Barco de Vapor? ¿Y si mi hijo quiere ser dibujante de comics? ¿Y si mato sus pasiones y su vocación porque me empeño en decidir siempre por él?

Sé que este mail puede resultar algo conflictivo, pero es lo que sinceramente pienso. ¿Por qué puede tu hijo jugar 20 minutos al día? ¿Por qué no 15 o 25?

Conozco a unos niños que tenían restringida la tele. ¿Sabéis lo que pasó? Pasó que, mientras los demás niños se dedicaban al juego libre en el parque, estos dos hermanos se iban a escondidas a casa de su abuela a ver la tele toda la tarde. Yo no querría que le pasara algo así a mi hijo.

Conozco otra niña que no puede comer chocolate, por la sencilla razón de que su madre un día decidió que el chocolate no era saludable. Esta niña se ha sentado a mi lado muchas veces en el parque, con un donut de chocolate en la mano, y me ha pedido que la avise si veo llegar a su madre. Tampoco querría que le pasara eso a mi hijo.

Quiero decir, que me parece fenomenal que exista Pipo y que exista el Brain Training y todo eso. Pero no me parece ni mejor ni peor que todo lo demás.

Saludos


martes, 15 de abril de 2008

"Cómo criar a un niño con respeto" por Sandra Dodd


(La negrita es mía)

Holly dice que el helado que tenemos en la nevera es demasiado dulce. Anoche tomó un batido de chocolate y dijo que había demasiado chocolate, así que lo dividió e hizo un batido para otra persona con la otra mitad. Normalmente prefiere simplemente leche.
La leche sola sabe MUCHÍSIMO mejor cuando es tu elección que cuando es sola porque otra persona no te deja ponerle chocolate.

Sin la libertad de elegir, ¿cómo puede alguien elegir lo que es simple y bueno?

El unschooling empieza con una elección entre ir a la escuela o no ir. ¿A cuántos millones de personas se les da esta opción?

La siguiente elección es entre hacer “tareas escolares” o no. A veces los nuevos padres unschoolers confían en que si esperan lo suficiente sus hijos terminarán por estudiar un currículum, como los monos matemático-alegóricos pueden teclear Hamlet.

En la fase en la que el éxito aún importa, los unschoolers dejan de buscar Hamlet o incluso historia de Inglaterra. Pero saber que Ian Holm, que interpreta a Bilbo, hace de Polonio con Glenn Close en una película de Mel Gibson hace que valga la pena mirarlo para mucha gente. Y también fue Fluellen en el Henry V de Kenneth Brannagh’s. Si ven Hamlet o Henry V gracias a El Señor de los Anillos, ¿es eso leche con chocolate o es leche sola? Si no ven Hamlet todavía, o nunca, eso también está bien.
Las familias unschoolers que tienen más paz han soltado las amarras que sujetan el aprendizaje al muelle. Han desarrollado la idea de que los humanos aprenden mejor en libertad.

Quizás es solo un bonito axioma sobre las familias unschoolers. Quizás es tan real como el granito. De todos modos, aquí hay otros ejemplos a considerar:

Las familias unschoolers con niños pequeños suelen temer que los vecinos los “examinen” y los encuentren salvajes o “rezagados”.

Las familias unschoolers con niños algo mayores tratan de esconder educadamente su satisfacción al ver las reacciones positivas de la gente ante sus unschoolers mayores. ¿Cómo se produce este cambio?

Hay diálogos tradicionales que los adultos tienen con niños que no conocen. Les preguntan a qué escuela van. Les preguntan si les gusta su profesor y cuál es su asignatura favorita. Mis hijos nunca pasan de las dos primeras preguntas porque si con un “no voy a la escuela” no se quedan perplejos, generalmente sí se quedan con un “no tengo profesor”. Y, así, un adulto que consigue tener una conversación con un niño no escolarizado se encuentra hablando con una persona, no con un “estudiante” ni con un “niño”.

Para algunos, ésta es su primera conversación real con una persona que no ha llegado a la edad adulta. Mis hijos están acostumbrados a ser los primeros, en ese aspecto. Están acostumbrados a mirar a los ojos de la gente mientras se da cuenta de que ahí hay un niño que tiene algo de que hablar y que hablará con honestidad y confianza en si mismo.

¿De dónde sale esta confianza?

Realmente creo que el unschooling funciona mejor cuando los padres confían de verdad en la personalidad del niño, en su inteligencia, sus instintos, su potencial de ser maduro y sereno. Prescinde de cualquiera de éstos y el niño se hará más pequeño e incapaz en cierto grado.
Dales poder y respeto y se convertirán en respetados y capaces.

¿Es así de sencillo? ¿Que un padre puede dar poder y respeto a sus hijos? ¿Puede un padre dar libertad a sus hijos?
Con la libertad de elegir lo que comen, mis hijos han pasado de los dulces más veces de las que puedo contar y han comido cosas sanas, comida real. Vi que estas elecciones funcionaban antes de que tuvieran edad suficiente para ir o no ir a la escuela. Comían todo lo que querían.

Con la libertad de decidir si continuar levantados o ir a la cama, he visto niños que apenas caminaban decir que querían irse a la cama porque estaban cansados, y luego los he visto irse a dormir sonriendo y levantarse felices. Estaban despiertos o dormidos todo el tiempo que querían en vez de sentirse privados de cualquiera de las dos.

De mi infancia recuerdo lágrimas sobre los panqueques. CÓMETELOS AHORA. No los volví a comer en quince años, después de ese día de panqueque-forzoso. ¿Era aquello bueno para mi alimentación? ¿Disciplina? ¿Amor? ¿Respeto? No, era destructivo. Recuerdo haber sido obligada en la escuela y en casa a tomar leche. ¿Acaso un vaso era suficiente? Entonces ¿es medio vaso suficiente? ¿Va a beber un niño una sola gota más de la que TIENE que tomar? ¿Acaso es la leche mejor que la paz?

Para muchos niños, la información recibe el mismo tratamiento que los panqueques fríos. Las habilidades son forzadas, como la leche demasiado caliente.
¿Y si los panqueques calientes, servidos con una gran sonrisa, estuvieran realmente buenos con leche? ¿Qué magia ocurre cuando es plenamente aceptable para un niño decir “no, gracias” a los panqueques calientes?

El estar necesitado se expresa de formas distintas con niños distintos. La abundancia se expresa de manera similar en todos.
La necesidad crea varios problemas interpersonales, de salud, psicológicos, stress y pesar. La necesidad crónica se convierte en un vacío que no puede ser llenado.


La abundancia en una persona reporta beneficios a otras personas. Un niño con toda la confianza que necesita puede confiar en otros. Un niño con todo el tiempo que necesita puede compartir su tiempo con otros. Alguien que tenga libertad no envidiará la libertad de los demás.

Mucha gente nunca ha conocido a un niño que ha experimentado verdadera abundancia. Muchos nunca han conocido a un niño al que le han dado todo el respeto, de modo que el niño era (ya) respetado y lleno de respeto (respetuoso). Es fácil respetar a alguien que ya tiene el respeto, y que tiene tanto que lo puede ir repartiendo a los demás.

La abundancia de amor, de confianza, de identidad y de libertad creará un flujo de respeto desde y hacia una persona.

SANDRA DODD. El original en inglés, aquí.

domingo, 13 de abril de 2008

Duh! (en español)


Traducción del fragmento del "Duh!" que cité aquí.

Todas esas veces que me empeñaba en frustrarme cuando uno de los chicos hacía algo que yo no “entendía”. Algo que yo veía sólo como más cosas por limpiar o lo que sea y preguntaba por qué. ¿¿Por qué hacía eso?? Y mi frustración sólo crecía cuando escuchaba “no lo sé”, “porque sí” o “porque me gusta”. Supongo que necesito uno de esos traductores-de-todos-los-idiomas de Star Trek porque lo que me llegaba era algo así como “no tengo la respuesta, pero lo voy a seguir haciendo de todos modos, incluso aunque te moleste”. Pero, por alguna razón, esa pequeña parte de la entrevista en aquella revista me ayudó a interpretar esos comentarios. De repente ¡estaba claro! Ellos me estaban diciendo: “¡¡Me hace FELIZ!!” Me detuve en seco en el momento en que me di cuenta. Una figurada bofetada en mi frente y resonó un “DUH!!” bajando por mi cabeza. Obviamente, yo no estaba “ahí” – Yo no estaba viviendo mi vida sin juzgar, no estaba 100% por “lo que sea que les haga felices”.

Espero tener tiempo pronto de traducir el artículo completo. El original en inglés, aquí.

martes, 8 de abril de 2008

Soy unschooler....


I'm an unschooler. Lessons are never over. On the other hand, lessons never really begin. Children's question are answered and an atmosphere of learning is created so that questions are constant and answers are never far away.

(Soy unschooler. Las lecciones nunca terminan. Por otra parte, las lecciones en realidad nunca empiezan. Las preguntas de los niños son respondidas y se crea una atmósfera de aprendizaje de manera que las preguntas son constantes y las respuestas nunca están muy lejos.)



Duh!

¿Qué se puede esperar de un post titulado "Duh!"? Lo he leído en AND the kitchen sink!
y, la verdad, me ha resultado revelador...

"All those times I kept getting frustrated when one of the boys was doing something that I didn't "get". Something I saw as more mess to clean or whatever and I asked why. Why was he doing that thing?? And my frustration just increased when I heard, "I don't know", "Just 'cause" or "Because I like to". I guess I need one of those Star Trek every-language-interpreters, because what it was translating to me was something along the lines of "I don't have a clue but I'm going to keep doing it anyway, even if it does bug you". But for some reason, that one small bit of an interview in that magazine helped me translate those comments! Suddenly, it was clear!! They were saying, "It makes me HAPPY"!!! I was stopped in my tracks momentarily as this realization struck me. A figurative slap to my forehead and a resounding, "DUH!!" thundered through my head. Obviously, I wasn't "there" - I wasn't living my life without judgement, I wasn't 100% at "whatever makes them *happy*"."

El artículo completo, aquí.
Y la traducción, aquí.

domingo, 9 de marzo de 2008

"Unschooling: qué es y qué no es" (en español)

Otra traducción de un artículo de Joanne, que cité aquí.


"Unschooling no es tanto un método como una forma de ver el aprendizaje. Es ver el aprendizaje en todo.

Para mí, es muchísimo más que sólo abandonar el currículum, aunque ése es un excelente punto de partida.

Es cambiar la forma de ver el aprendizaje y la educación.

No se trata de dejar a los niños para que encuentren su propio camino. No se trata de apartarlos y hacer tus propias cosas mientras ellos están solos tratando de encontrarle sentido al mundo.

Unschooling es intentar ser un padre presente y atento. Es pasar tiempo con tus hijos, involucrarse en su mundo e invitarles al tuyo propio.



Escribe Sandra Dodd:

"No se trata de “solo decir no”. Solo decir no a los años académicos y los horarios escolares y las expectativas de la escuela, los hábitos y miedos y terminología de la escuela. Solo decir no a la separación del mundo entre cosas que son importantes y cosas que no lo son, separar el conocimiento en matemáticas, ciencia, las artes de la historia y la lengua, con la música, el arte y la educación física ocupando sus pequeños lugares insignificantes.
La mayor parte del Unschooling debe ocurrir en el interior de los padres. Necesitan dedicar algún tiempo a catalogar lo que es real y lo que es estructurado, lo que ocurre en la naturaleza y lo que únicamente ocurre en la escuela (y, por tanto, en las mentes de aquellos a los que les dijeron que la escuela era la vida real, que la escuela era el trabajo a tiempo completo de los niños, que la escuela era más importante que cualquier otra cosa, que la escuela los apartaría de la ignorancia, que la escuela los haría felices y ricos y correctos). Es lo que ocurre después de que todas estas ideas sobre la escuela sean desterradas de tu vida.”


Escribe Anne Ohman:

"El Unschooling es activo, no pasivo. Sólo es pasivo en el hecho de que no haces escuela. Pero requiere de un esfuerzo activo por tu parte para cambiar tu propia perspectiva y tu vieja concepción del aprendizaje. Tienes que trabajar para ver como el aprendizaje se da en cualquier cosa que tus hijos adoren hacer. Requiere de un esfuerzo activo para conectar con tus hijos tal como ellos son en este momento. Requiere de un esfuerzo activo para encontrar cosas en el mundo que creas que puedan interesarles. Requiere de un esfuerzo activo para darles del mundo todo cuanto puedas y dejarles elegir lo que prefieran de todo ello. Requiere de un esfuerzo activo para basar tu vida en la alegría y en el amor.”

Hacer Unschooling con mis hijos me permite ver que el aprendizaje está en todas partes. Cuanto más están fuera de la escuela, más veo la curiosidad y la chispa en sus ojos.

Hacer Unschooling con mis hijos me enseña que el aprendizaje es divertido y agradable. Aprender no consiste en rellenar los espacios en blanco de un examen. Aprender no es ser obligado a memorizar un montón de hechos que pueden encontrarse muy fácilmente, en cuestión de minutos, en internet o en un libro cuando sea necesario.

Hacer Unschooling con mis hijos me ayuda a ver que sus intereses y sus pasiones son válidas e importantes.

Hacer Unschooling con mis hijos me permite verles… por todo lo que son y por todo lo que pueden llegar a ser.

Hacer Unschooling con mis hijos me ayuda a ver que la vida realmente es para vivir y explorer y cantar y crear y descubrir e intentar y hacer y ser."


viernes, 8 de febrero de 2008

"Hablarle a un niño no escolarizado" (en español)

He empezado a traducir todos los artículos en inglés que he enlazado. Empiezo por uno de Joanne, "Talking to an unschooled child".


Hubo una discusión, en uno de mis grupos de e-mail sobre unschooling, acerca de cómo los miembros de la familia hablan a los niños no escolarizados y no saben qué decirle a un niño cuando no pueden preguntarle por el colegio. Me he encontrado con que esto es cierto a veces, no tanto en la familia sino en amigos y conocidos. Me gustaría compartir la respuesta que di en el grupo:

¡Excelente tema! Me encantaría poder dar una carta como ésta a la gente que conocemos:

Estimado amigo,
Por favor, no subestime a Jacqueline cuando hable con ella. Sus ojos quizás solo vean a una niña pequeña, pero yo veo a una persona que tiene interés y conocimientos sobre muchas areas. Si le da la oportunidad, podrá usted aprender algo que no sabía antes de conocerla.

Pregúntele qué le interesa y ella le hablará del satélite Mars Odyssey. Pregúntele qué hizo hoy y ella le explicará cómo arregló el vídeo de su abuela… después de que papá le pidiera ayuda para hacerlo. Hable un poco más con ella y le contará la historia de Barbie que escribió y sobre qué va a escribir su próxima historia.

Pregúntele sobre su vida y ella le contará que es una Niña Scout desde hace cuatro años, que conoció a un astronauta en el Kennedy Space Center y que tiene su propia planta en casa de la abuela (que vive en la casa de al lado) y que la riega cuando es necesario.

Además, si va usted a preguntarle por qué no está en el colegio, prepárese para que ella le diga que lo dejó en el primer grado. Tiene el sentido del humor de papa.  No parezca sorprendido; ríase. Ella está bromeando.

Háblele como a un ser humano y ella le hablará a usted del mismo modo.

Atentamente,

La mamá de Jacqueline :-)


miércoles, 16 de enero de 2008

Unschooling: qué es y qué no es


Magnífico artículo (en inglés) sobre el unschooling. Me quedo con esta frase: "El aprendizaje está en todas partes"


La traducción, aquí.


lunes, 10 de diciembre de 2007

Talking to an unschooled child

(La traducción, aquí)


Talking to an unschooled child
There was a discussion, on one of my unschooling e-mail groups, regarding how family members talk to children who are unschooled and don't know what to say to a child when they can't ask them about school. I've found this to be true sometimes, not so much from family but from friends and people that we meet while out and about. I'd like to share the reply I posted on the e-mail group.

Great topic! I'd love to be able to give out a letter like this to people that we meet.

Dear Friend,

Please don't talk down to Jacqueline when you speak with her. Your eyes may only see a young child, but I see a person who is interesting and knowledgeable in many areas. If you give her half a chance you may learn something that you didn't know before you met her.

Ask her what she's interested in and she'll tell you all about the Mars Odyssey satellite. Ask her what she did today and she'll tell you how she fixed her grandmothers VCR...after her daddy called her to ask for help. Talk a bit longer and she'll tell you the barbie story she wrote and what her next story is going to be about.

Ask her about her life and she'll tell you how she's a four year Girl Scouts, that she met an astronaut at the Kennedy Space Center and that she has her own plant at her grandmothers house (which is next door) that she waters every other day.

Also, if you're going to ask her why she's not in school, be prepared for her to tell you she dropped out in the first grade. She has her daddy's sense of humor. :-) Don't look shocked. Laugh instead. She's being funny.

Speak to her like a human being and she'll speak to you the same way.

Sincerely,,


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