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domingo, 24 de enero de 2010

Pequeños y mayores


Tenía que entrevistar a una voluntaria del geriátrico municipal y, cómo no, llevé a Damián conmigo. No sabía cómo iba a reaccionar porque no está acostumbrado al contacto con los mayores pero, por el camino, me dijo: "Tengo muchas ganas de ir al geriátrico, porque Caillou siempre va a visitar a las amigas de su abuela". Nosotros no teníamos a nadie a quien visitar, pero nos encontramos con alguien a quien conocíamos: el padrino de la abuela, que pronto cumplirá 101 años (qué rápido se dice eso).

Hablando en menorquín, decía "geriátrico" en castellano, imitando a Caillou. Ah, una vez más, bendita sea la tele ;-)

Así que allá nos fuimos. Era viernes por la tarde y había, como cada semana, música en directo. Va un hombre con su guitarra y les canta canciones típicas de aquí, habaneras, etc.

Decía Rothbard que los niños –escolarizados- y los ancianos viven alejados del mundo real y, mientras ellos no se mezclen, la sociedad no tendrá futuro ni pasado, sino sólo “presente continuo”. Lamentablemente, tenía razón.

Nuestra visita al geriátrico fue un éxito así que, probablemente, no sea la última.

jueves, 18 de junio de 2009

La "S"



"The S word", la llaman en inglés.
Una mujer que conozco me pregunta insistentemente por la Socialización de Damián. La S de D, para abreviar. Ahora que vivimos lejos de la civilización (esto es, en una urbanización con cuatro casas habitadas en invierno y superpoblada en verano, a 7 km del pueblo más cercano) y que él no va al cole ¿cuándo ve a sus amigos? Hay que empezar, supongo, por aclarar que, según esta mujer, "sus amigos" son sus ex-compañeros de clase. Según esta teoría, una persona no puede tener más de unos 25 amigos, calculo a ojo...
De sus comentarios deduzco que, para estar correctamente socializado, un niño debe pasar un determinado tiempo a la semana (no sé quién lo determina ni cómo) en compañía de un determinado número de niños de una determinada edad: la suya, para ser exactos. Ni más ni menos.

De lo que se deduce que la S de D no es en absoluto adecuada. Y de lo que se deduce, y lo confieso, que mi nivel de socialización es pésimo porque prácticamente no me relaciono con gente de mi edad. Mi mejor amiga ronda la cuarentena (MT, lo siento, era necesario revelar tu edad...). Mis compañeros de CRJ tienen 15 años. La gente de 30 apenas aparece por mi vida. El más cercano es mi hermano, que tiene 32. ¡Oh! Pero los hermanos no cuentan para el cómputo del nivel de S... ¿Tengo un problema? Habrá quien se saque de la manga el doble rasero que, como parece ser habitual, nos clasifica según nuestra edad: la S de D no es comparable a la S de Lau porque Lau es adulta y no puede pasarse todo el día con su grupito de amigos treintañeros. Eso sería perder el tiempo y una muestra de poca madurez...

Quiero aclarar que la mujer que menciono hace sus observaciones con mucha amabilidad y buenas intenciones. Tengo respuestas para ella que la tranquilizan aunque, cada vez con más frecuencia, sonrío educadamente y me callo. Dejo que comprueben por si mismos como anda la S de D y la mayoría de la gente no vuelve a preguntar.
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