Mostrando entradas con la etiqueta Maternidad y crianza. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Maternidad y crianza. Mostrar todas las entradas

lunes, 15 de noviembre de 2010

Kai


Recordaréis a Paloma y a Carlos porque os conté que los perseguían los servicios sociales por estar educando a sus hijos en casa.

Mientras pasaban el calvario de la persecución por lo del homeschooling, vivían un embarazo de riesgo. A principios de noviembre nació Kai, el niño que no llegó a ser persona porque, en España, para ser persona, tienes que haber vivido al menos durante 24 horas. Kai nació y murió, y sus padres no pudieron ni inscribirle en el Registro Civil.

Al menos, consiguieron que las enfermeras y los médicos no se lo llevaran nada más nacer. Al menos, estuvo toda su vida junto a su madre.

Ánimo, Paloma y Carlos. Después de ésto, lo de los servicios sociales parece una broma de mal gusto...



 

viernes, 20 de noviembre de 2009

El niño klingon-hablante




En la bandeja de entrada de mi cuenta personal de correo electrónico, suelen aparecer mensajes de mi hermano con enlaces a artículos y a noticias curiosos y/o interesantes sobre crianza y educación.

Hoy encontré esta noticia: Un padre habló a su hijo en klingon durante sus tres primeros años de vida.

Mi primera reacción ha sido típica y previsible, lo reconozco: "ohmygod, ¿cómo es posible? Pobre niño, ¿para qué le enseñan un idioma que sólo hablan una docena de personas en todo el mundo?".

Luego, recapacité y, sobretodo, busqué más información. Al parecer, la madre le hablaba en inglés. En la guardería, también, por supuesto. Además, el niño elegía en cada momento en qué idioma quería hablar y, cada vez más, tendía a elegir el inglés.

Si está demostrado que el bilingüismo infantil produce efectos beneficiosos a corto y largo plazo, ¿qué más da que una de las dos lenguas sea klingon, swahili o alemán? En realidad, ¡no hay diferencia! El klingon es un idioma construido artificialmente, de acuerdo, sin embargo tiene una diferencia fundamental con el idioma artificial más conocido, el esperanto. Y es que éste último no tiene detrás una cultura en la que se apoye. En cambio, el klingon sí la tiene. Es más, el criterio altamente valorado de la cultura klingon es el honor. Mucho tenemos que aprender los terrícolas de ellos...

El idioma klingon tiene un complejo sistema fonético. La gramática y el vocabulario, por contra, son muy limitados. Creo que se compone de no más de 2000 palabras y, además, no existen los tiempos verbales, así que el contexto es esencial para la comprensión del idioma.

El padre cuenta que no es trekkie, sino que lo hizo por un interés lingüístico únicamente. Uno de los motivos por los que eligió el klingon y no otro idioma fue precisamente por el gran esfuerzo creativo que supone adaptar un idioma con tan escaso vocabulario a la realidad cotidiana. Por ejemplo, al no haber una palabra para el concepto "luz", por las noches debía decirle a su hijo "pon oscuridad" en vez de "apaga la luz". Ciertamente, es creativo.

Quizás el klingon no deja de ser una freakada (pido perdón por la palabrita), pero hay que decir que existe una traducción de Hamlet, un proyecto de traducción de la Biblia y un diccionario que ha vendido más de 250.000 copias en todo el mundo (y sí, una de ellas está en casa de mi hermano).

El niño, a los 3 años de edad, se decantó definitivamente por el inglés (lo cual es lógico, normal y previsible) por lo que el padre dejó de hablarle en klingon. Ahora es adulto y no habla una sola palabra de este idioma artificial. Lamento no haber encontrado más información acerca del desarrollo de este niño, si es bilingüe en otros idiomas o no, si ha estudiado o no, a qué se dedica o cualquier cosa que pudiera tener relación con el experimento lingüístico de su padre. Si alguien sabe algo, por favor, que no dude en comentarlo.

Y, por si alguien se lo preguntaba, mi primera -y casi última- palabra en klingon fue nuqneH.

martes, 15 de septiembre de 2009

Adultos sin argumentos




No sé si esto es cada vez más habitual o si soy yo, que cada vez me fijo más y casi tengo obsesión con el tema.

El hecho se repite, una y otra vez, en diferentes lugares, con diferentes personas y en diferentes situaciones. Pero el hecho es el mismo: los adultos no tienen argumentos para apoyar sus decisiones frente a sus hijos.


Ejemplos reales:

Ejemplo número 1: el parque del pueblo, una tarde de verano. Hace calor (claro, es verano...). Los niños juegan, corren, SUDAN. Damián se quita la camiseta. Lógico, tiene calor. Yo estoy sentada a la sombra tomando un refresco y tengo calor. Él está corriendo al sol. Lógicamente, se quita la camiseta para estar más fresco. Un poco más allá, otro niño que juega, corre y suda, se acerca a su madre y le dice:

-Quiero quitarme la camiseta.

-No.

-Vaaa...tengo calor.

-He dicho que NO.

-Pero -ojo, que aquí viene la pregunta del millón- ¿por qué no?

Y la señora responde con otra pregunta:

-¿No ves que nadie va sin camiseta? (Ole y ole su argumento)

Y el niño, lógicamente, le espeta:

-Damián va sin camiseta.

Reacción de la madre: mirada de odio hacia mi (a la que respondo con mi sonrisa más dulce) y bronca al niño. Se han jodido el resto de la tarde y se van a casa entre gritos y lágrimas. ¿Merecía la pena?

Ejemplo número 2: Estamos en un bar y hay una moto de esas que van con un euro. Una niña lleva un buen rato subida a la moto, que está parada. Al final, se atreve a pedirle el euro a su padre:

-Pa, quiero montar.

-No, cariño, es que no funciona.

La niña inspecciona la moto sin ver nada fuera de lo normal, e insiste:

-Pa, pruébalo, a ver si funciona.

-No, ¿no ves que no tiene luces ni nada? No funciona.

La niña se baja decepcionada. Probablemente, la niña sabe que las luces no se encienden hasta que no metes el euro. Poco después, Damián se monta en la moto, mete el euro y... oh, sorpresa, la moto sí funciona. Este padre a lo mejor se ha salido con la suya, pero le ha mentido a su hija. Y ahora su hija lo sabe.

Ejemplo número 3: Esa misma tarde, en otro bar. Esta vez es un coche y no una moto, pero el caso es el mismo. La niña se monta y le hace señal a su madre para que le eche el euro.

-Es que no funciona, ¿no ves que no tiene luces?

Esta vez, la niña es demasiado pequeña para decir nada, así que la bajan y ella se deja. A mi me apetece darle un euro a Damián para que monte, aunque sólo sea para dejar a la mujer en evidencia. Pero no vale la pena. Hoy ya hemos gastado demasiado dinero y así se lo explico a mi hijo. Él lo comprende y decide que ya montará otro día.

Ejemplo número 4: Es lunes -ayer, para más señas- estamos saliendo del super con la compra. Damián mete la mano en la bolsa y saca un huevo kinder, me lo da para que se lo abra, se lo abro, se lo devuelvo, se lo come. Está super contento porque le ha tocado un juguete que aún no tenía (raro, porque los tiene prácticamente todos...). Aparece una niña con cara de haber sido testigo de un espeluznante crimen, tira del brazo de su madre y le dice:

-¡¡¡¡Pero si hoy es lunes!!!!

¿Perdón? ¿Me he perdido algo? Ah, sí, esa estúpida norma social según la cual sólo se pueden comprar este tipo de golosinas de viernes a domingo (en algunas familias, ni siquiera el viernes). Se les repite a los niños desde que son casi bebés, así que nunca llegana plantearse el por qué de esa norma. ¿Qué tiene el sábado que no tenga el lunes? Pero, claro, esto funciona porque es una especie de conspiración de todos los padres y madres del mundo... hasta que aparece una madre como yo (mala madre, dejada, sin criterio, etc) y consigue que algún niño se plantee que quizás no es ningún pecadomortal (ni venial) comer chuches en lunes.


El porque sí, el porque no y el porque yo lo digo están a la orden del día. Además, los niños tienden a no pensar, así que los adultos lo tienen bastante fácil. Y, la peor de todas, es la amenaza de "cómo se entere tu padre, verás". Esta queda para otro post, que ya me estoy calentando.

sábado, 12 de abril de 2008

Cinco razones para dejar de decir "¡muy bien!"


Éste es un artículo que me abrió los ojos y por eso me gusta releerlo de vez en cuando.

Si tuviera que quedarme con un sólo párrafo, sería éste:

"Algunas veces felicitamos a los niños solamente porque estamos genuinamente complacidos por lo que han hecho. Sin embargo, incluso en esos casos, vale la pena poner más atención. En lugar de aumentar la auto estima de un niño, los elogiados pueden incrementar su dependencia hacia nosotros. Mientras más decimos “Me gusta la forma en que tú....” o “Muy bien hecho...”, incrementa la dependencia de los niños hacia nuestras evaluaciones, nuestras decisiones acerca de lo que está bien y mal, en lugar de aprender de sus propios juicios. Esto los lleva a medir su valor en términos de lo que a nosotros nos hará sonreír y darles un poco más de aprobación."

Podéis leerlo completo aquí.


miércoles, 30 de enero de 2008

"¿Qué les enseñarias?"


Que aprendan que lo más valioso no es lo que tienen en sus vidas, sino a quien tienen en sus vidas.

Que aprendan que no es bueno compararse con los demás porque siempre habrá alguien mejor o peor que ellos.

Que aprendan que no pueden hacer que alguien los ame, lo que pueden hacer es dejarse amar.

Que aprendan que "rico" no es el que más tiene, sino el que menos necesita.

Que aprendan que deben controlar sus actitudes o sus actitudes los controlarán.

Que aprendan que hay gente que los quiere mucho, pero que simplemente no saben cómo demostrarlo.

Que aprendan que los grandes sueños no requieren de grandes alas sino de un tren de aterrizaje para lograrlos.

Que aprendan que no siempre es suficiente ser perdonados por otros, algunas veces deben perdonarse a sí mismos.

Que aprendan que la felicidad no es cuestión de suerte sino producto de decisiones.

Que aprendan que dos personas pueden mirar una misma cosa y ver algo totalmente diferente.

Que aprendan que, al retener a la fuerza a las personas que aman, las alejan más rápidamente de ellos y, al dejarlas ir, las tienen para siempre a su lado.

Que aprendan que amar y querer no son sinónimos sino antónimos: el quererlo exige todo, el amar lo entrega todo.

Que aprendan que toma años construir la confianza y sólo segundos destruirla.



miércoles, 16 de enero de 2008

Adivina cuánto te quiero

Blog recopilatorio de artículos sobre crianza.
Gracias Maite ;)

sábado, 29 de diciembre de 2007

Keep it Simple (Artículo)

" Educando con Valores: La Regla del Beso

Hace un tiempo me hicieron una entrevista en una radio y una de las personas que escuchaban me hizo la pregunta de que podía hacer con su hijo para que estuviera mas tranquilo, a lo que respondí que pasara con él 20 minutos diarios de calidad. A los pocos días me llego el comentario que esta persona había hecho, decía que era muy simple y yo le doy toda la razón.

De los primeros pensamientos que llegaron a mi mente es una regla que aprendí cuando estudiaba: la regla K.I.S.S (beso en Español). Son unas siglas que abrevian Keep It Simple, Stupid o como se podría traducir: mantenlo sencillo, estúpido o hazlo de forma sencilla, estúpido. Lo que nos viene a decir esta frase es que las cosas mas sencillas son las que mejor funcionan. Muchas veces se desechan soluciones porque son sencillas y lógicas. La sociedad quiere hacer creer que cuanto mas complicado es, mejor va a funcionar.

Como cuando se compra ese robot de cocina porque hace todo sin esfuerzo y en un momento, pero al final siempre está guardado por no hacer lo prometido y la comida no saber igual. Entonces se vuelven a utilizar las cacerolas de siempre.

Un buen arroz a la paella tiene un proceso. Se necesitan preparar los ingredientes, sofreírlos, echar agua, dejar cocer y un montón de pasos mas que no pueden ser sustituidos por una máquina. La cocina requiere paciencia al igual que la educación.

En educación se busca esa formula magistral complicadísima, que haga que todo se solucione, cuando el remedio de la abuela, tratar a todo el mundo con cariño, es el que mejor funciona.

Las cosas sencillas alimentan el corazón, las complicadas solo incrementan la biblioteca cerebral.

También se puede observar el título de este artículo y ver lo que quiere decir.

La regla del beso, las reglas muestran estructuras y los besos muestran sentimientos. Un mundo con un equilibrio de estructuras y sentimientos es un lindo lugar para vivir.

Apliquemos la regla del beso. Yo os mando unos miles de ellos.

Un Saludo con Amor"



viernes, 21 de diciembre de 2007

Bésame mucho

Un comentario acerca del libro de Carlos González. La "Biblia" de las madres...
Blog Widget by LinkWithin