viernes, 20 de noviembre de 2009

El niño klingon-hablante




En la bandeja de entrada de mi cuenta personal de correo electrónico, suelen aparecer mensajes de mi hermano con enlaces a artículos y a noticias curiosos y/o interesantes sobre crianza y educación.

Hoy encontré esta noticia: Un padre habló a su hijo en klingon durante sus tres primeros años de vida.

Mi primera reacción ha sido típica y previsible, lo reconozco: "ohmygod, ¿cómo es posible? Pobre niño, ¿para qué le enseñan un idioma que sólo hablan una docena de personas en todo el mundo?".

Luego, recapacité y, sobretodo, busqué más información. Al parecer, la madre le hablaba en inglés. En la guardería, también, por supuesto. Además, el niño elegía en cada momento en qué idioma quería hablar y, cada vez más, tendía a elegir el inglés.

Si está demostrado que el bilingüismo infantil produce efectos beneficiosos a corto y largo plazo, ¿qué más da que una de las dos lenguas sea klingon, swahili o alemán? En realidad, ¡no hay diferencia! El klingon es un idioma construido artificialmente, de acuerdo, sin embargo tiene una diferencia fundamental con el idioma artificial más conocido, el esperanto. Y es que éste último no tiene detrás una cultura en la que se apoye. En cambio, el klingon sí la tiene. Es más, el criterio altamente valorado de la cultura klingon es el honor. Mucho tenemos que aprender los terrícolas de ellos...

El idioma klingon tiene un complejo sistema fonético. La gramática y el vocabulario, por contra, son muy limitados. Creo que se compone de no más de 2000 palabras y, además, no existen los tiempos verbales, así que el contexto es esencial para la comprensión del idioma.

El padre cuenta que no es trekkie, sino que lo hizo por un interés lingüístico únicamente. Uno de los motivos por los que eligió el klingon y no otro idioma fue precisamente por el gran esfuerzo creativo que supone adaptar un idioma con tan escaso vocabulario a la realidad cotidiana. Por ejemplo, al no haber una palabra para el concepto "luz", por las noches debía decirle a su hijo "pon oscuridad" en vez de "apaga la luz". Ciertamente, es creativo.

Quizás el klingon no deja de ser una freakada (pido perdón por la palabrita), pero hay que decir que existe una traducción de Hamlet, un proyecto de traducción de la Biblia y un diccionario que ha vendido más de 250.000 copias en todo el mundo (y sí, una de ellas está en casa de mi hermano).

El niño, a los 3 años de edad, se decantó definitivamente por el inglés (lo cual es lógico, normal y previsible) por lo que el padre dejó de hablarle en klingon. Ahora es adulto y no habla una sola palabra de este idioma artificial. Lamento no haber encontrado más información acerca del desarrollo de este niño, si es bilingüe en otros idiomas o no, si ha estudiado o no, a qué se dedica o cualquier cosa que pudiera tener relación con el experimento lingüístico de su padre. Si alguien sabe algo, por favor, que no dude en comentarlo.

Y, por si alguien se lo preguntaba, mi primera -y casi última- palabra en klingon fue nuqneH.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

jaja es bueniiisimooo!!!

que padre mas original!! y tu hermano un genio, tener un diccionario klingon!! jaja

muchos besos guapa

amigos homeschoolers dijo...

¡Qué bueno! Yo quiero aprender Klingon.
¿El niño se hizo trekkie? Porque es para serlo.
En una peli de Eddie Murphy en que monta una guardería en su casa con un colega, había un niño al que no entendían, hasta que llega un chico que es trekkie y se pone a hablar con él sin problemas, el niño hablaba klingon, ja, ja. Me encantó.

Lau dijo...

Qué va, Azu, al niño nunca le gusto Star Trek. También es comprensible: de padre freaky, hijo normal. No falla.

Estherqp dijo...

No sabía nada de este idioma. Gracias, me pareció muy interesante. en lo del bilingüsmo estoy totalmente de acuerdo. Besos

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