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lunes, 17 de mayo de 2010

¿Leer?



Me preguntan si Damián lee.

Lo cierto es que no puedo decir con seguridad si lee o no, ni cuánto lee ni cómo lee.

Sé que, cuando quiere y le interesa, lee palabras que ya ha visto antes o descifra palabras nuevas si son cortas. Pienso que, si es capaz de escribir palabras como "peligroso" o "dinosaurio" sin copiarlas ni preguntar, también debe ser perfectamente capaz de leerlas.

Solo que, de momento, la lectura no parece interesarle mucho.

Todo lo que hemos hecho ha sido:


Y, sí, creo que sabe leer. Pero no puedo demostrarlo. Ni me interesa, a decir verdad ;-)





miércoles, 2 de abril de 2008

La vida en un bit

En un foro sobre crianza, una madre planteaba la siguiente objeción (típica y tópica) al sistema de bits utilizado por Doman:

"no se si me equivoco pero tengo esta percepción.
no es mejor que los bebes y niños vean las cosas en la naturaleza? y no mostrarles fichas con dibujos?"

Se equivoca porque a su "percepción" le falta "información".

Una forera muy bien informada le da una respuesta contundente y gráfica cual bit enciclopédico:

"que a un bebé se le muestren fotos no quiere decir que esté en su casa encerrado sin ver la naturaleza. No obstante, por mucho que quisieramos, no creo que haya mucha gente que tenga disponible un globo aerostático, un zepelín, un esquimal, un diplodocus o a Ghandi en persona para verlos en su entorno natural...."

Un 10 por Minerva. Lástima que no tenga ningún diplodocus en casa, porque podría forrarse...


martes, 18 de marzo de 2008

Vídeo: "los métodos Doman en Extremadura"

En youtube, un pequeño reportaje sobre la aplicación de los métodos Doman (informatizados) en Extremadura.

jueves, 24 de enero de 2008

Vídeo: Niña de 13 meses leyendo

Aquí podéis ver a la niña Emily leyendo palabras sueltas a la edad de 13 meses.

Para los escépticos: fijaos en que la niña únicamente mira a los bits por lo que es prácticamente imposible que haya alguien haciéndole señas para que "acierte".


martes, 22 de enero de 2008

Geografía


Así estamos aprendiendo geografía... sin conocer siquiera la palabra "geografía"...

El mapamundi, siempre a mano, para buscar cualquier lugar del que oigamos hablar:




Las banderas de las Comunidades Autónomas, con el sistema de bits y dos por semana:

viernes, 11 de enero de 2008

Doman vs. Kumon


Glenn Doman es un fisioterapeuta estadounidense que trabajaba con niños con lesión cerebral. Los estimuló de tal manera que llegaron a superar en aptitudes y cociente intelectual a los niños sanos. Así que se preguntó: ¿qué les pasa a los niños sanos? Y adaptó el método para poderlo aplicar a los niños sin lesión cerebral.

El método Doman se subdivide en:
-programa de lectura
-programa de inteligencia (o conocimientos enciclopédicos)
-programa de matemáticas
-programa de escritura
-programa de excelencia física
-programa de segundo idioma como lengua extranjera (para las lenguas extranjeras que se enseñan como lengua materna se usa el método de lectura)

Los programas de lectura, inteligencia, matemáticas, lengua extranjera y parte del musical consisten en la presentación de BITS. Los bits son unidades de información que pueden presentarse en cartulina o en presentaciones PowerPoint o similares y que deben reunir los siguientes requisitos:
-ser precisa. Es decir, tiene que ser lo más exacta posible.
-ser discreta. Debe contener un solo elemento. Esto es, que si el bit representa el concepto “mariposa” debe contener exactamente esa imagen, a ser posible sin florecillas, nubes, otros insectos, etc, etc.
-no ambigua. Por ejemplo, si presentamos un wallaby, que es un canguro menor, deberá presentarse como “wallaby” y no como “canguro”
-nueva. Debe tratarse de algo que el niño no conozca todavía. Si el niño ya sabe distinguir un perro de un gato, lo que podemos presentarle son bits de razas de perros o de razas de gatos, pero no los bits “perro” y “gato” que, obviamente, no van a merecer su interés.

En los bits de lectura, lo importante -¡esencial!- es utilizar un tamaño de letra adecuado a la madurez visual del niño así como el tipo de letra y color adecuados.
Todo el material se puede preparar en casa y el propio Doman explica en sus libros cómo confeccionarlo.

El OBJETIVO no es que realmente aprendan todo esto que les enseñas con los distintos programas; cuando se da este resultado (y suele darse) se da como CONSECUENCIA, pero nunca debe ser la FINALIDAD de la aplicación del método, sino que la finalidad es estimular el cerebro para ayudarle a crear conexiones neuronales, cuantas más mejor.
Todos los programas se basan en inputs, en información que le presentas al niño quien, a veces, te da un output, esto es, una demostración de que ha conseguido retener la información presentada y conectarla con alguna información recibida anteriormente. Por ejemplo, cuando en las noticias el locutor mencionó Inglaterra y mi hijo (2 años y medio), super contento, me dijo que Inglaterra es donde está Stonehenge, que hablan inglés y que empieza con la letra de Izan. Y porque no tenía el mapamundi a mano… Luego quiso saber qué estaba diciendo el señor de la tele acerca de Inglaterra. ¿No es delicioso?

El “truco” del método Doman es que se hace en sesiones muy muy breves, de modo que el niño no sólo no se cansa sino que se queda con ganas de más, lo cual es positivo para el aprendizaje. Siempre hay que parar antes de que el niño lo pida, antes de que se llegue a aburrir.
Hay una “regla de oro” que siempre debe observarse a la hora de aplicar el método. Glenn Doman dice textualmente: “Si tú o tu hijo no os divertís, déjalo”. Esto debe ser algo divertido, que guste al padre y al hijo, nunca una obligación ni mucho menos una vía de crear niños-genio. Si es divertido, el niño pedirá más y más. Si es divertido, el vínculo que se establece es absolutamente indescriptible. Y, además, no sólo aprende el niño sino también el padre/madre/abuelo que aplica el método.




Toru Kumon es un profesor de matemáticas japonés cuyo hijo fracasaba justamente en esta asignatura. Esto hizo que el Sr. Toru Kumon se replanteara la manera de enseñar la materia y diseñó su propio material para enseñar a su hijo, desde lo más básico hasta lo más avanzado, aumentando el nivel de dificultad de forma gradual, paulatina, de modo que el alumno casi ni se daba cuenta de que iba avanzando. Fomenta el autodidactismo y, por ende, la concentración y el hábito de trabajo.
El éxito fue tal, que amigos y conocidos le pidieron copias del material y la expansión del método llegó hasta todo el mundo en forma de franquicias.

El material se presenta en forma de cuadernillos de 10 páginas cada uno y medida de cuartilla que se dividen en 23 niveles. Los niveles no se corresponden a los currículums oficiales de matemáticas, por lo que no sirve como repaso ni para preparar el exámen de recuperación de septiembre. Kumon busca resultados a medio y largo plazo. La mayoría de los alumnos de Kumon van adelantados respecto al nivel de su clase de matemáticas; sin embargo, si dejan el programa suelen quedarse al mismo nivel que el resto de la clase.
Al igual que con Doman, el truco de Kumon es hacer sesiones muy cortas. Los alumnos del primer nivel (que suelen tener entre dos y cuatro años de edad) trabajan entre cinco y diez minutos al día. La duración va aumentando hasta llegar a un máximo de 20 o 30 minutos para los niveles superiores. La diferencia: Kumon ha de trabajarse TODOS LOS DÍAS DEL AÑO, incluidos domingos, festivos y vacaciones y con las únicas excepciones de enfermedad u otras causas de fuerza mayor.
Y, por último, la diferencia fundamental es que Kumon es un curso: has de matricularte y pagas mensualidades, independientemente de que algún día no lo hagas, de que unos meses uses más material o menos. En contrapartida, tienes asignado un tutor, que siempre es alguien con titulación universitaria para poder ejercer la actividad (suelen ser maestros, psicólogos, pedagogos, etc). En la modalidad habitual, el niño asiste al Centro Kumon una o dos veces pro semana (depende de cada centro) y se lleva a casa cuadernos suficientes para el resto de la semana. En la modalidad a distancia, el niño nunca acude al centro sino que recibe todo el material en su casa y hace la actividad con los padres, remitiendo después una hoja de resultados al profesor quien indica si es necesario hacer repeticiones de algún cuaderno o si se puede seguir avanzando.

Está empíricamente comprobado que los alumnos de kumon adquieren ese hábito de estudio y capacidades autodidactas de las que hablábamos y no sólo no tienen fracaso escolar sino que suelen tener un rendimiento superior a la media. Además, ganan en rapidez por lo que concluyen sus tareas de otras materias escolares en menos tiempo, lo cual les deja más tiempo libre.

Visto el éxito del método Kumon de matemáticas, se desarrolló también el método Kumon de lenguaje que ya existe en varios idiomas.



En definitiva, Doman se presenta como un juego mientras que Kumon es como una clase.
La forma más gráfica que encuentro para expresar la diferencia es decir que Doman es muy americano y Kumon es muy japonés…


martes, 8 de enero de 2008

Doman FAQ


Copio aquí una conversación que tuve con una compañera de un foro sobre estimulación porque creo que resume bastante bien las preguntas que habitualmente nos hacen a las "madres Doman". Las respuestas son todas mías.

"He leído con mucho interés este post y también los enlaces que habéis ido poniendo. Ahora mismo estoy leyendo el libro "Cómo multiplicar la inteligencia de su bebé" y acabo de comprar el de "Cómo enseñar a leer a su bebé". Me interesa mucho el tema, pero al mismo tiempo tengo miedos (¡ojo!, que puede que sean prejuicios) que me suponen un obstáculo.
Para empezar, me tira un poco para atrás la idea de Doman de convertir a los niños en una especie de "súper bebés" a los que se les puede meter todo tipo de datos en la cabeza. No sé, quizás no me gusta cómo lo plasma. Pero es que tampoco me lo acabo de creer, y lo empiezo a ver todo como un "acto de fe", porque la madre le enseña todo al niño, no le examina y se supone que éste lo asimila todo...
Quiero preguntar a las madres que ya han puesto en marcha el programa de lectura (que es el que más me interesa) un par de cosas:

1. ¿Realmente el niño intuye o descubre la lógica del lenguaje escrito y es capaz de reconocer palabras nuevas (no tarjetas antiguas)? Es que me parece increíble.

Cada niño tiene una evolución diferente. Algunos lo empiezan a captar muy pronto; otros parecen no enterarse de nada pero luego, cuando en el cole empiezan a enseñarles, son los primeros en aprender y los que aprenden mejor, sin esfuerzo, porque todo eso ya les suena conocido. Eso sí, no te limites a las tarjetas, tienes que leerle, leerle, leerle. Leerle de todo: cuentos, libros, carteles, señales de tráfico, cualquier cosa!

2. ¿Cuántas tarjetas calculáis que habéis enseñado al niño para que llegue a ese descubrimiento?

Yo le enseñé menos de 150 palabras sueltas, pero eso depende de la edad a la que empieces (yo empecé a los 26 meses) así que pasé muy rápido a los libros, hechos por mi; y también hacemos muchos juegos, por ejemplo, relacionar cada foto con la tarjeta del nombre de la persona. De repente un día te dicen: mira, esta palabra empieza con la "C" de caballo; o mira, Toni y Teresa empiezan igual. Van haciendo sus pequeños descubrimientos y entonces sientes que todo ha valido la pena.

3. ¿No se cansan los niños? Tengo miedo de cansarle, al final, creo que son unas 6 sesiones, no?

No se cansan. Son seis sesiones de apenas unos segundos cada una. ¡Y el día tiene 24 horas! Además, siempre puedes hacer menos. Mejor dos palabras al día que ninguna. Siempre que os divirtáis, claro...

4. No se les examina, de acuerdo. Pero cuándo y cómo os distéis cuenta de que realmente se les estaba quedando algo.

Lo importante es que tú no lo hagas ESPERANDO resultados. Éstos llegan, más tarde o más temprano, de una manera o de otra. Hay niños a los que les encanta demostrar lo que aprenden. Otros lo odian; pero que no te lo demuestren no significa que no lo estén aprendiendo. Probablemente si empiezas con un bebé tarde más en darte un output que un niño de dos años. Sí que es un acto de fe. Si no te lo crees, no lo hagas. Pero no olvides que el objetivo principal es divertirse y desarrollar el cerebro del niño.El objetivo no es poder leer a Kant en versión original a los 3 años, ni saberse todos los reyes de España de la historia.
Y, por supuesto, hagas el programa que hagas, debes completarlo con un programa físico.

5. ¿No les supone ningún problema el aprendizaje de la lectura como algo tan visual, es decir, no echáis en falta un aprendizaje silábico, por ejemplo?

Como en todo, en esto también cada método tiene sus defensores y sus detractores y no creo que uno sea mejor que otro. Por mi experiencia puedo decirte que mi hijo ha aprendido las letras a partir de las palabras, y no al revés, lo cual me parece muy lógico porque las letras no tienen ningún sentido para él, tomadas de una en una. Es decir, que ve las palabras como una unidad con significado y, después, ha descubierto que se forman con letras; yo no le veo inconveniente...

Perdonad si son demasiados cosas a la vez, pero llevaba tiempo leyendo sobre el tema y se me han acumulado las dudas. Me atrae mucho el programa de lectura (tengo un bebé de 11 meses, y creo que sería un buen momento para empezar), pero ya os digo, tengo algunos "impedimentos". Espero que vuestras respuestas me iluminen."

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Solfeando...


En un foro que frecuento, me preguntaron cómo le enseño música a Damián.

Esto es lo que contesté:

Te resumo cómo lo hago yo. Ten en cuenta que lo hago con teclado eléctrico, así que incluyo alteraciones. Si lo haces con otro instrumento, como xilófono, sólo harás notas naturales por lo que el programa durará menos días.

PARTE 1: Perfect Pitch

Se trata de tocar 3 notas consecutivas diciendo el nombre. Los días 1 a 5, las mismas 3 notas (do-re-mi). A partir del día seis, añades una nueva cada día (re-mi-fa, para el segundo día; mi-fa-sol para el tercero, etc). Debes repetirlo 10 veces al día.
Incluyendo alteraciones, es casi un mes de trabajo.


PARTE 2: Lectura de notas

Tocas 5 notas consecutivas, PERO en vez de decir el nombre, enseñas el bit de cómo se escribe. Cada día añades una nueva, siempre tocando 5.

Cuando termines todas las notas, pasas los bits en sesión normal, es decir, sin tocar las notas, sino enseñando el bit a la vez que dices el nombre de la nota.

PARTE 3: Ritmo

Durante unos días (a gusto del consumidor...) pon valses, marchas etc y seguid el ritmo (bailando, dando palmas o lo que se os ocurra).

Después le enseñas bits para enseñarle la DURACION de cada nota. Es bueno que inventes una frase con el ritmo. Por ejemplo: dices “una-redonda-cuatro-tiempos” cuando le enseñas el bit de la redonda. O dices: “negra-negra” si lo que le enseñas es un bit de ritmo con dos negras. Cuando le hayas enseñado las 3 básicas (redonda, blanca, negra) le pasas bits con DIFERENTES SECUENCIAS DE RITMO y lo vais leyendo con las frases que antes inventaste.


PARTE 4: Términos musicales

Aquí le enseñas términos como addagio, allegro, etc, etc (sirven los bits de lectura)


PARTE 5: Símbolos

En esta parte entran los símbolos de los silencios, claves, calderón, etc, etc. Se hace por el sistema de bits (con la imagen, no la palabra)


AUDICIONES.
En teoría tienes que hacerlo cuando termines todo lo de antes, pero la mayoría de gente lo hace al mismo tiempo. Lo ideal es hacer un bit con la foto/dibujo del compositor, otro bit con el nombre y le pones un pasaje cortito 3 veces al día durante 6 días. El séptimo día, pones la pieza entera. Luego puedes poner otro pasaje de la misma pieza o cambiar de pieza y/o de compositor.


lunes, 10 de diciembre de 2007

Conocimientos enciclopédicos


Cansada de repetir lo mismo una y otra vez, copio aquí un mensaje que publiqué en el Foro de Mérida, sobre el programa de conocimientos enciclopédicos de Glenn Doman.


Los bits de inteligencia representan unidades de información.
Puedes encontrar bits en varios formatos diferentes: cartulina, cdrom, dvd, etc, y también puedes fabricarlos tú misma.
Las características, según Doman son: que sean precisas, discretas, no ambiguas y nuevas. Esto es, que si el bit representa un ualabí (que es un canguro menor) lo rotules por detrás con ese nombre concreto y no como "canguro", que la imagen sea sólo de ese animal, que no haya árboles de fondo ni mariposas revoloteando, por decir algo, y que sea algo que tu hijo todavía no conoce. Por ejemplo, si tu hijo tiene tres años y ya sabe perfectamente lo que es un perro y lo que es un gato, no le hagas esos bits, pero sí puedes hacerle bits de distintas razas de perros y de gatos.

Luego debes organizarlas por categorías y grupos. Por ejemplo, dentro de GEOGRAFÍA puede haber grupos de
ciudades
montañas
ríos
volcanes
etc
y dentro del grupo de "montañas" harías un bit de cada montaña (Everest, Montblanc, etc) con la foto correspondiente.

Entonces le dices, "voy a enseñarte unas montañas"
y le pasas 10 bits de montañas tan rápido como puedas diciendo el nombre de cada una. Esto tres veces al día.

Luego vas añadiendo grupos hasta que estés enseñando unos diez grupos diferentes (de 10 bits cada grupo).

Después de unos días, retiras un bit de cada grupo y lo sustituyes por otro del mismo grupo. Cuando se te acaben los bits de un grupo, retiras TODO el grupo y empiezas con uno nuevo.

Éstas son las recomendaciones de Doman, en general, pero lo importante es que sigas el ritmo de tu hijo, dependiendo de su edad, de su atención y de tu disponibilidad, claro. No te fijes metas concretas y no lo agobies y, si tienes que parar unos días, pues paras y punto.

Mucha gente prefiere comprar los bits en dvd. A mí me gusta hacerlos porque así soy yo quién decide qué le enseño primero, aunque he de reconocer que lleva mucho trabajo, pero para mi es importante elegir los temas personalmente.

No hay que olvidar que los bits no son la única forma de estimulación. A mi hijo, por ejemplo, lo llevé al zoo el domingo. Cada vez que pasábamos delante de un animal le leía el nombre una o dos veces y, cuando nos fuimos por la tarde, ¡los recordaba todos!

Hay dos cosas que dice Doman que son muy ciertas:

una es que no hay que examinarlos nunca. No te desesperes si no te demuestra lo que sabe. Ellos van aprendiendo en silencio y a su ritmo y, cuando menos te lo esperas... ¡te lo demuestran!

La otra es que si aprenden una palabra es mejor que si no aprenden ninguna.


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