Recordaréis a Paloma y a Carlos porque os conté que los perseguían los servicios sociales por estar educando a sus hijos en casa.
Mientras pasaban el calvario de la persecución por lo del homeschooling, vivían un embarazo de riesgo. A principios de noviembre nació Kai, el niño que no llegó a ser persona porque, en España, para ser persona, tienes que haber vivido al menos durante 24 horas. Kai nació y murió, y sus padres no pudieron ni inscribirle en el Registro Civil.
Al menos, consiguieron que las enfermeras y los médicos no se lo llevaran nada más nacer. Al menos, estuvo toda su vida junto a su madre.
Ánimo, Paloma y Carlos. Después de ésto, lo de los servicios sociales parece una broma de mal gusto...
2 comentarios:
Ánimo Paloma y Carlos, no puedo ni imaginar lo que estareis sintiendo pero desde aquí os mando un montón de energía positiva a toda la familia. Lo demás todo irá bien, es demasiado injusto no puede acabar mal.
un abrazo fortísimo.
El texto que ha escrito sobre Kai es de los más hermosos y emotivos que he leído en toda mi vida. !!Vaya demostración de amor!!
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