Mis tres deseos y algún que otro sueño

Airenita me invita a participar en la IV Edición del Carnaval "Educando en familia". Su introducción es realmente tentadora, así que imposible resistirse...

Así empieza ella:

Había una vez en un país no muy lejano una familia que educaba a sus hijos en casa. Un día cuando estaban aprendiendo a pescar apareció en sus redes un pequeño pececito dorado tan bonito que quedaron maravillados. Estuvieron observándolo intentando descubrir a que especie pertenecía cuando el pececito les miró a los ojos y les dijo:
-Necesito estar en el agua, soltadme al mar, por favor.
-Oh, claro, los peces no pueden respirar fuera del agua- y lo soltaron enseguida.
Pero el pececito apareció de nuevo al lado de la barca junto a sus padres, unos preciosos peces dorados grandes y brillantes, que saltando alrededor y salpicando a los niños estaban formando miles de pequeños arcoíris mientras sus escamas brillaban como espejos al sol. Y de nuevo hablando con voz humana la mamá pez dijo:
- Me gustaría haceros un regalo. Pedidme tres deseos y os serán concedidos. ¿Qué necesitáis?
-No necesitamos nada, somos felices así, aunque….
Se quedaron pensando.
Fueron a casa y escribieron todos sus sueños posibles e imposibles en una hoja de papel.
Ya de noche la mamá se sentó ante el ordenador, abrió su blog y allí dejó su mensaje que empezaba así:

Mis tres deseos y algún que otro sueño

(... o que falta para que la experiencia de educar en casa resulte realmente maravillosa)


Tal vez penséis que el pececito dorado que pueda cumplir los deseos solo sea un cuento pero va bien tener los deseos apuntados en un papel y además…….¿Quién sabe?


Y así continúo yo:

Mi primer deseo es desescolarizarme; yo, que lo necesito más que el niño. Esto es, desprogramar mi mente de todo lo relacionado con lo escolar y lo académico. Deshacerme de mis miedos y de la vieja costumbre de compartimentar el aprendizaje y el conocimiento en materias y asignaturas.

Mi segundo deseo es encontrar la manera de compaginar mi trabajo con la educación en casa, compaginar todo eso con la maternidad en solitario... eso parece, en principio, lo más difícil, pero sólo es apariencia, solo es que la sociedad está estructurada de tal manera que parece que algunos no cabemos... pero eso no significa que no quepamos...

Mi tercer deseo es que esta opción educativa que, en realidad, es una opción de vida, deje de ser perseguida en España y en tantos otros sitios, como Alemania y California.