martes, 9 de diciembre de 2008

Germinando lentejas

Hace un par de semanas germinamos lentejas, pero a Damián no parecía sorprenderle mucho lo que les pasaba... A veces me pregunto si ha nacido sin capacidad de asombro...

Las lentejas terminaron en una sabrosa y nutritiva ensalada, de la que no hay foto y que, por supuesto, Damián no probó.


5 comentarios:

azucaballero dijo...

Molan las lentejas :-)

Lau, esta mañana, cuando ha vuelto a sonar el teléfono estaba en la ducha, y nadie lo ha cogido... después pensé que eras tú y era Mónica, después Radu (el hijo de Sori)llamando a Yvain, y después me he ido a por la túnica de Yvain para cantar el miércoles en la escolanía, y para más inri no encuentro tu teléfono... ¿Me lo mandas por e-mail? Ahora te escribo por el blog porque desde el curro es de las pocas cosas que no tienen control parental....
Besos

Lau dijo...

Sí que molan, sí. Y lo ricas que están!!!

Anónimo dijo...

y cómo están más ricas? cocinadas o así?

besos

Lau dijo...

Ricas, están más ricas cocinadas, pero se supone que todo lo crudo es más nutritivo...

Sandra C. dijo...

Me encanto tu narracion.. pero sobre todo, me puso a pensar el que mi hijo tampoco demuestra su asombro por estos eventos.. hemos germinado lentejas, arvejas y frijoles.. y yo soy quien se emociona muchisimo.. el no.

Es que es demasiado hermoso el milagro de la vida.. cuanta informacion y cuanta energia hay en una semilla!!

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