Nuestra amiga Flora tiene una casa en el Barranc d'Algendar y el domingo nos invitó a pasar el día allí con otras familias.
Mi hermano, Damián y yo nos fuimos caminando con Olivia, la hija de Flora. Aproximadamente una hora de marcha. Por el camino Olivia nos iba contando todo lo que sabe sobre el lugar: historia, anécdotas personales, fauna, vegetación, etc.
Paramos en el riachuelo a descansar y jugar un rato.
Vimos caracoles
escarabajos, hormigas, mariposas y gambas voladoras:
Vimos un árbol que era mitad naranjo y mitad limonero y también comimos borrajas:
Flora es artesana y trabaja mucho con calabazas. Hace de todo con ellas y se encarga personalmente de todo el proceso, desde el cultivo hasta los últimos retoques del objeto de que se trate: hace huchas, lámparas, portavelas, urnas funerarias, bolsos, etc.
Nos enseñó su huerto y dejó que los niños montaran a dos de sus burros. Damián no quiso, e hizo bien porque cuando dos de las niñas estaban subidas a lomos de la burra, el macho decidió que también quería montar. ¡Ya os podéis imaginar el susto que nos llevamos todos!
Antes de irnos tomamos una infusión hecha con hierbas del lugar: melisa, cola de caballo
y menta:
martes, 22 de abril de 2008
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