Como muchas, podría poner una foto del jardín, o de la cocina, o de cualquier lugar al aire libre. Podría poner una foto de la tele (confieso que he estado tentada de hacerlo y recuerdo que es un tema pendiente de postear). En casa no tenemos una "mesa de trabajo", ni un "cuarto de los juguetes" ni nada parecido. ¿Libros? Libros los hay en todas partes; la casa, en realidad, no tiene suficientes paredes para poner todas las estanterías que necesitamos. Guardamos los juguetes dentro de una caja que suele estar en el recibidor-comedor (está junto, ya dije que nos faltan paredes), aunque también suele haber juguetes sobre la mesa del salón y, por supuesto, en la repisa de la bañera. El Kumon ya descansa en paz dentro de otra caja que esta escondida bajo la barra del bar porque no encontré otro sitio donde ponerla. Tampoco tenemos mesa para el ordenador porque, como es portátil, va donde haga falta. Así somos y así vivimos; en el caos, a ojos de gente pulcra y ordenada como mi madre ;-)
El caso es que, después de mucho meditar sobre el tema y de cambiar de idea varias veces, me he decidido por esta foto:
Sí, nuestra cama compartida. Aquí pasamos momentos inolvidables: aquí leemos, aquí le leo, aquí hacemos obras de arte con la cámara vídeo del teléfono móvil, aquí contamos cuentos, aquí hacemos nuestro diario de agradecimientos, aquí soñamos y aquí descansamos.Tumbados en la cama vemos el cielo y, no, no me refiero a las sábanas, sino al cielo de verdad, excepto cuando hay luna llena, que cerramos las persianas porque si no la luz no nos deja dormir... No imagino lugar mejor donde aprender y donde asimilar lo aprendido en otros sitios.
Una lectora habitual, Mireia, me dejó un comentario en el que me preguntaba qué herramientas educativas utilizo.
Los que me conocen ya saben que para mí todo es educativo. TODO. Incluso los videojuegos. Pero, en fin, ya sé a qué se refiere la pregunta, así que os dejo un listado de lo que hemos utilizado o solemos utilizar, con enlaces a los sitios donde he explicado cada uno de ellos: -Método Doman. Antes sólo bits, ahora, principalmente, libros. -Método Kumon. Ahora usamos los cuadernos del nivel 5A de matemáticas para practicar la escritura. Ya escanearé alguno para que veáis a qué me refiero ;-) -Mapa Mundi. -Tabla periódica. -Lectura en voz alta. -Juegos de ordenador. -Puzzles (ahora estamos con los de 100 piezas). -Juegos de damas y dominó. Tengo pendiente empezar ocn el ajedrez. -Regletas Cuisenaire. -Tetrakys. -Juego simbólico. -Letrilandia (me lo apunto en mi lista de posts pendientes).
El post que hoy publica Azu me recuerda que Carlos Cabo me pidió hace tiempo que diera publicidad a su encuesta sobre homeschooling en España. Reconozco avergonzada que se me olvidó por completo.
La encuesta puede contestarse fácilmente rellenando los campos vacíos del cuestionario al que podéis acceder desde este enlace:
Más de cincuenta familias han contestado ya, pero le gustaría llegar al menos al centenar, para que el estudio refleje la realidad de este fenómeno de la forma más fiel posible. Yo ya contesté. Espero que os animéis muchos más ;-)
También hoy nos hemos levantado animados y emocionados porque íbamos a visitar el predio de un amigo, aprovechando que los monitores del esplai de Cruz Roja teníamos una comida pendiente.
Esta vez había seis adultos y dos niños, Damián y el hijo de otro monitor, que tiene 9 años. Nos los hemos pasado en grande montando en tractor, jugando con la perra, viendo a los demás animales: conejos, cerdos, gatos, cabras y vacas. Lo mejor, sin duda, ha sido ordeñar las vacas (¡a mano!), comprobar cuánta leche lleva cada una (entre 15 y 20 litros), la temperatura a la que sale la leche (35 grados) y ver como funciona la ordeñadora.
Un breve post para lo que ha sido un día intensísimo; ciertamente, no le hace justicia.
Pero, en fin, aquí termina el Diario de una Semana de Invierno. Es sólo una muestra, porque no hay dos semanas iguales. Lo que sí puedo asegurar es que no tenemos tiempo de aburrirnos.
Nos hemos levantado muy animados porque ¡¡¡hoy es el día de la fiesta!!! Hemos estado ocupadísimos toda la mañana arreglando la casa, comprando el pastel, etc. Hemos ido al pueblo a recoger a mi prima, que tiene 5 años, y a unos amigos –una madre soltera y su hijo- que iban a venir a comer con nosotros.
La decoración ha sido la misma de todos los años, incluyendo globos a lo largo de toda la calle para que nadie se pierda ni se equivoque de casa.
Todavía estábamos con el café cuando ha empezado a llegar gente. Le han regalado ropa, puzles, plastilina, rotuladores, películas, vehículos de la construcción, un avión, un caballo con un cowboy (¡con lazo y todo!), un par de libros y un osito de peluche que ha triunfado más de lo que yo habría podido imaginar.
En total, 19 niños de entre 3 y 10 años y una decena de adultos. ¿Quién dijo socialización?
Una vez, una madre primeriza que había oído hablar muy bien de mis fiestas de cumpleaños, me pidió consejo para organizar la de su hijo que iba a cumplir un año. Me preguntó donde podía contratar animadores, clowns, maquilladores, etc. Que música poner, que regalarles a los invitados y algún que otro consejillo. Voy a aclarar cómo son las fiestas en mi casa:
Se cita a la gente para a partir de determinada hora, las cuatro y media, por ejemplo, para que vayan llegando cuando mejor les vaya. Toda la decoración es la que habéis visto en las fotos, nada más. La única música que hay es la que hacen los niños con mi teclado, la guitarra, la flauta y todo lo que pillan a su paso. Sí, algunos adultos se van con dolor de cabeza, pero todos los niños se van contentísimos, os lo puedo asegurar. Profesionales de la diversión no necesitamos contratarlos; los “profesionales” son los propios niños. No hay juegos organizados, ni piñata ni nada de eso. Y a los invitados no se les regala nada, no se les da una bolsa llena de chuches y juguetes; son los invitados los que traen los regalos y, como mucho, les damos un globo a cada uno, si es que lo quieren…
La mañana ha pasado muy rápido: hemos recogido a mi madre, la hemos llevado al aeropuerto, hemos tomado un café mientras esperábamos que fuera la hora de embarcar y nos hemos ido a casa a comer.
Por la tarde hemos acompañado a mi hermano a comprar una bici estática y hemos aprovechado para comprar una barra de fitness. Solíamos ir a un parque del pueblo a braquear, pero cuatro niños se han roto el brazo ya cayéndose de ella y el Ayuntamiento decidió quitarla. Ya que no podemos poner una escalera en casa, al menos vamos a tener esta barra.
Por la tarde-noche, como todas las semanas, hemos ido a la Cruz Roja, donde soy voluntaria de la Sección de Juventud. Al esplai viene una treintena de niños con los que hacemos actividades varias. La semana pasada, por ejemplo, tuvieron demostración de socorrismo y les enseñamos el material de rappel porque próximamente van a probarlo. Dos de mis funciones son la coordinación del blog y la formación sobre cooperación internacional. D también suele venir acompañándome, aunque todavía no tiene la edad mínima para participar en la Sección.
Los jueves "toca" hacer la compra. Es una de esas tareas que le encantan, y no porque pida cosas para el, aunque a mucha gente le sorprenda, sino porque le gusta buscar -y encontrar- las cosas que tenemos apuntadas en la lista.
Como veis, esta semana las actividades de tipo "académico" brillan por su ausencia, pero hacemos cosas mas útiles para nuestro día a día. Por ejemplo, todavía estamos desempaquetando cosas de la mudanza. Hoy, dentro de una de las cajas hemos encontrado este libro estilo Doman que le hice hace tiempo. Ya casi no nos acordábamos de el... Lo hemos leído un par de veces y luego ha hecho una obra de arte con plastilina.
Hoy he madrugado algo mas para poder escribir un rato antes de que D. se despertara. A media mañana tenia que ir al juzgado, así que lo he dejado en casa de Natalia. Han hecho una pequeña excursión de un par de horas. ¿Hace falta decir cuanto se han divertido? Hemos comido con mi madre y hemos dedicado practica mente toda la tarde a hacer recados. Creo que Glenn Doman tenia mucha razón cuando decía que los niños pequeños no quieren jugar, sino que "lo que los niños pequeños quieren ser es usted". Al menos al mio, le encanta ayudarme con los recados y con las tareas domesticas. Fuimos también a casa de la tía, a probar el vestido de mosquetero que le esta haciendo para el Carnaval. Por la noche, película de HansChristianAndersen y a la cama. Se ha dormido enseguida, así que hoy no hemos leído. Jueves
A las 9:00 ya estábamos despiertos, pero hemos remoloneado hasta pasadas las 9:30. Está nublado... D. vuelve a desayunar viendo Los Exploradores y yo escucho la radio. Mi desayuno no varía, sólo la taza. Hago cosas por la casa, todavía quedan cosas por colocar después de la mudanza. Subimos al pueblo, compramos algunas cosas que nos hacen falta y vamos a casa de la abuela. Trabajo hasta las 13:00 mientras él ve la película de PixarBuzzLightyear. A D, le encanta poner la mesa, pero hoy no le apetece.
Por la tarde vamos al despacho y, mientras trabajo, él juega tranquilamente junto a mi mesa.
Después, vamos a un bar que tiene una amplia zona de juegos para niños. Allí se lo pasan genial, sobretodo en invierno, cuando los juegos en la calle y en los parques no siempre son posibles. Al salir, vamos a la tienda de informática para ver si han podido arreglar mi ordenador; se estropeó la tecla del acento, una faena. Todavía no está, así que nos vamos a casa. Durante toda la semana, cada vez que nos encontramos con algún amigo, aprovechamos para invitarlo a la fiesta de cumpleaños que daremos el sábado. Suena a tópico pero... ¡¡¡cómo pasa el tiempo!!!
Uno de los temas que más buscan los nuevos lectores de blogs de educación en casa es el día a día; se preguntan cómo es un día en la vida de un niño sin escuela. Para muchos es inconcebible que pasen todo el día haciendo cosas "útiles", sin que nadie les diga qué hacer y cuándo hacerlo, y otros no se imaginan cómo puede una madre pasar 24 horas al día con sus hijos sin agobiarse... Me viene al pelo aquella frase de Charles Dickens en Nicholas Nickleby que dice: "No sé de qué serviría tener hijos si uno no pudiera confiar en ellos".
Por eso comienzo este diario que sólo va a durar una semana, para que se hagan una idea de lo que hacemos, aunque lo cierto es que no hay dos semanas iguales.
LUNES, 9 de Febrero de 2009
A veces nos gusta levantarnos tarde. Hoy, por ejemplo, el despertador ha sonado a las 8:00, pero nos hemos levantado a las 10:15. Teníamos sueño. Y pereza. Y nada mejor que hacer, supongo. Es uno de esos pequeños placeres que puedes permitirte cualquier día del año si vives sin cole, sin tener que esperar a las vacaciones.
Lo primero, por la mañana, es asomarnos por el ventanuco de la puerta para ver el tiempo que hace. Hace sol, sin lluvia ni viento.
Nos quedamos en pijama y D. desayuna viendo un par de capítulos de Érase una vez los Exploradores: Alexandra David-Neel y Piccard. Esto me recuerda que hace tiempo quiero escribir una entrada sobre la tele... Yo desayuno en la cocina: café con leche de soja, azúcar moreno y polen. Escucho la radio para saber qué pasa en el mundo. Después, me dedico un rato a la casa: hoy toca colada.
Suena el teléfono. Es Natalia. ¡¡¡Han archivado su caso!!! Si no me equivoco, es el tercer archivo en lo que va de año. Excelente noticia.
Antes de vestirnos jugamos un rato sobre la cama. Después, salimos al parque y, de paso, recogemos algunas ramitas para encender el fuego.
Comemos. Subimos al pueblo a tomar el café con la abuela. D. pasa la tarde en casa de mi prima, que tiene cinco años, mientras yo trabajo. A la salida hacemos un par de recados y, de vuelta a casa, cenamos junto al fuego y hacemos un par de juegos con las Regletas Cuissenaire para reforzar los conceptos de "par" e "impar". Nos vamos a la cama a leer y, cuando se duerme, aprovecho para leer otro rato. Llevo leídos cinco libros en lo que va de año. Ahora estoy con John Holt (How Children Fail) y con Louise L.Hay (Usted Puede Sanar Su Vida).
P.S. Hice fotos para ilustrar el diario. Mañana las subo. P.S.2. Oh, también encontró un momento para "arreglar" el jardín con las herramientas que trajeron los Reyes Magos...
Con el nuevo año nos hemos mudado a un lugar idílico, junto a la playa, sin vecinos y con poquísima contaminación lumínica. El cielo es el mismo y, sin embargo, se ven millones de estrellas que antes no veíamos. Hay una, además, que es mágica. Es la primera que aparece por la tarde, su brillo es más intenso que el de las demás y, cuando sale el Sol, ella todavía sigue ahí. "Ahí" es justo encima de nuestra casa, porque nos cuida. Teorías astronómicas de Damián. Y, además, nos guía. Estemos donde estemos, desde cualquier punto de la isla, la estrella mágica nos muestra el camino de vuelta a casa. Lo habéis adivinado: Damián ha descubierto Venus.
Por cierto, esto me viene al pelo para recomendar una página que me encanta: Nasa For Kids
I'm an unschooler. Lessons are never over. On the other hand, lessons never really begin. Children's question are answered and an atmosphere of learning is created so that questions are constant and answers are never far away.
(Soy unschooler. Las lecciones nunca terminan. Por otra parte, las lecciones en realidad nunca empiezan. Las preguntas de los niños son respondidas y se crea una atmósfera de aprendizaje de manera que las preguntas son constantes y las respuestas nunca están muy lejos.)
El pensamiento es de suyo lo más libre entre las facultades del hombre; y por lo mismo han tratado algunos gobiernos de esclavizarlo de mil modos; y como ningún medio hay más seguro para conseguirlo que el de apoderarse del origen de donde emana, es decir, de la educación, de aquí sus afanes por dirigirla siempre a su arbitrio, a fin de que los hombres salgan amoldados conforme conviene a sus miras e intereses. Mas si esto puede convenir a los gobiernos opresores, no es de manera alguna lo que exige el bien de la humanidad ni los progresos de la civilización. Para alcanzar estos fines es fuerza que la educación quede emancipada; en una palabra, es fuerza proclamar la libertad de enseñanza.
Duque de Rivas, Preámbulo al Plan de Instrucción Pública, año 1836
